El grupo terrorista Boko Haram, que secuestró a más de 200 alumnas en Nigeria, ha difundido un video bajo el título “prueba de vida” para mostrar que las niñas están vivas.

En la grabación divulgada este miércoles en cadena televisiva estadounidense CNN, se ve a quince chicas que dan su nombre, dicen que fueron raptadas en Chibok, en el estado de Borno (noreste de Nigeria) y precisan que la filmación fue llevada a cabo el 25 de diciembre.

Además, dos madres reconocieron a sus hijas entre las 219 estudiantes que siguen desaparecidas desde el 14 de abril de 2014, cuando fueron raptadas de su centro de estudios.

De acuerdo con las fuentes, desde la última grabación difundida por los terroristas de Boko Haram en mayo de 2014, de este video se puede concluir que al menos algunas de las adolescentes retenidas siguen con vida.

Por su parte, el ministro de Información y Cultura de Nigeria, Lai Mohammed, ha subrayado que las alumnas «no parecían estresadas para nada» pero cree que «ha cambiado poco su apariencia física».

De acuerdo con la agencia francesa de noticias AFP, los takfiríes habrían contactado a mediados de enero con el Gobierno nigeriano para solicitarles discusiones sobre un supuesto intercambio de rehenes.

Al respecto, el Gobierno ha exigido “una prueba de vida”, por lo que Boko Haram les envió, en un principio, cinco fotos de las secuestradas y luego esta grabación.

En abril de 2014, Boko Haram secuestró a 276 alumnas nigerianas en Chibok. 57 de ellas escaparon, pero todavía 219 permanecen en cautiverio.

Boko Haram, que juró lealtad a la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe) en marzo de 2015, opera desde el inicio de su insurgencia en 2009, principalmente en las regiones nororientales de Nigeria, y se ha caracterizado por adoctrinar a los jóvenes para perpetrar atentados suicidas en iglesias, mezquitas y mercados, entre otros lugares.

Según informaron en pasado mes de enero la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional (AI), los ataques y acciones terroristas del grupo takfirí causaron en 2015 la muerte de 3500 personas, la mayoría civiles.

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