Cada tema, problema, crisis, etc., que los medios de comunicación hacen saltar de manera desproporcionada, no es más que una táctica de distracción del sistema y de aquellos que lo apoyan y se benefician de él. En realidad, esta es su estrategia para desviar la atención del verdadero problema, que es que el sistema en sí está en su lecho de muerte – y todo tipo de enfermedades y males se están experimentando no sólo por el propio sistema, sino que también se manifiesta en todas y cada una de las personas en su vida diaria.

Por: Godi Gutierrez

Y mientras el sistema se esfuerza por salir de su lecho de muerte, no sabe que cuanto más intenta resolver la crisis echando mano a soluciones arcaicas, más se acerca al gran abismo. Sin embargo, el problema es que también trae abajo consigo a la humanidad.

Cuanto más cerca esté el sistema a ese abismo, más va a perder el control de la situación, y cuanto más pierda el control, más violenta se volverá. Y como respuesta mecánica, tratará de culpar a algo o alguien, y buscará un enemigo. Y si no puede encontrar uno, creará uno – o tal vez dos o tres.

Las fronteras serán cerradas; la gente de otra clase, religión, etnia o raza, será sospechosa; tribalismo, nacionalismo, regionalismo, fascismo, todo ello volverá de nuevo; y lo que es peor es que los ciudadanos recibirán todo ello con los brazos abiertos.

Entonces, cuando la gente apoye estas tendencias fascistas, habrá caos dentro y fuera de las naciones. Guerras – civiles o de otra tipo – se declararán, o en todo caso se llevaron a cabo sin ser declaradas. La pregunta es, ¡¿qué tan lejos irán estas naciones con armas nucleares antes de decidir utilizarlas, estos exterminadores de la especie humana?!

El mundo no volverá a experimentar la existencia pacífica a menos que destruyamos aquello que puede impedir la existencia misma.

¡Necesitamos una prohibición mundial de las armas nucleares… ahora!