En el mundo occidental, el Dalai Lama es conocido por promover la conciencia, la evolución personal y la paz interna. Aunque deja claro ser un activista por la libertad en su país natal -el Tíbet- rara vez habla sobre asuntos políticos internacionales. Sin embargo, tras los ataques terroristas en París, el líder budista dio a conocer una perspectiva astuta y fundamental (la cual se basa en creencias espirituales ligadas a la paz y a la humanidad) sobre la situación que atraviesa el mundo.

Durante una entrevista conducida por la radiodifusora alemana, Deutsche Welle, el Dalai Lama minimizó el alcance de las plegarias hacia los dioses ante la pregunta sobre el atentado terrorista ocurrido el viernes. “No podemos resolver este problema únicamente mediante oraciones”, mencionó refiriéndose posiblemente a los llamados mundiales #PrayForParis (recen por París). “Soy budista y creo en la oración, sin embargo me parece ilógico pedir a Dios que resuelva un problema que lo creó el hombre. Dios diría: “Resuélvanlo ustedes mismos ya que, primero que nada, ustedes fueron los que lo crearon”.

El Dalai Lama calificó el ataque terrorista del viernes como un evento de “corto alcance” –sugiriendo que esta mentalidad contribuye a atentados suicidas–, a la vez que resaltó que las personas quieren vivir una vida de paz. Aunque el Dalai Lama no analizó a profundidad las causas del ataque de la semana pasada, reconoció el problema de agresión crónica que existe alrededor del mundo.

“El siglo XX fue violento; más de 200 millones de personas murieron a causa de guerras y otros conflictos. Es en este siglo que podemos ver el efecto indirecto del derramamiento de sangre del siglo pasado”, mencionó. Según un estimado, estas cifras son bajas ya que los gobiernos mataron a más de 250 millones de personas únicamente en su propio pueblo en el siglo pasado.

Cuando el entrevistador señaló que sus sentimientos de paz, amor y compasión han caído en los oídos sordos alrededor del mundo, el Dalai Lama no mostró una postura pesimista. “No lo veo de esa manera. Considero que únicamente un porcentaje bajo de personas apoyan la práctica violenta,” afirmó. “Somos seres humanos y no hay bases o justificaciones para matar a otros. Si uno ve a los demás como hermanos o hermanas y respeta sus derechos, entonces no hay lugar para la violencia.”

En lugar de dirigir su atención a la pequeña minoría de instigadores, el Dalai Lama se enfoca en las soluciones. “Si nos concentramos más en la no violencia y en la harmonía podemos anunciar un nuevo comienzo,” mencionó. Además, advirtió contra la no participación en pro de este ideal: “Si no se logran verdaderos intentos por alcanzar la paz, seguiremos experimentado el mismo caos que la humanidad vivió en el siglo XX”.

El nativo tibetano se vio obligado a huir de tierra natal en medio del levantamiento contra el gobierno chino en 1959, el cual invadió la región en 1950. Todavía vive en el exilio en India, sin embargo, ha abogado por una resolución pacífica de tal conflicto por mucho tiempo, aun cuando las autoridades chinas han intentado reemplazarlo por una “alternativa comunista capacitada”. Con respecto al conflicto entre el Tíbet y China, el Dalai Lama mantuvo su opinión que se fundamenta en que “vivimos en el siglo XXI y todos los conflictos deben resolverse a través del diálogo, no en base a la fuerza”.

El Dalai Lama mantiene su línea de pensamiento y es así que menciona que si el pueblo tibetano decide no apoyar más su papel de liderazgo, él no continuará. “En 2011 anuncié oficialmente que el pueblo tibetano es quien debe decidir si desean mantener la institución del Dalai Lama”, mencionó. “Si el pueblo piensa que la institución ya no cumple ninguna función, esta deberá suprimirse. Ya no me involucro en asuntos políticos. Solo me preocupa el bienestar del pueblo tibetano”. Pese a la distancia que marca con la política, continuó resaltando la importancia de la paz para la supervivencia de la humanidad:

“Necesitamos un enfoque sistemático para promover los valores humanistas basados en la unidad y harmonía. Si lo empezamos a practicar desde ahora, existe la esperanza de que este siglo no sea igual al anterior; se trata de un interés global. Trabajemos por la paz desde el interior de nuestras familias y sociedad, no esperemos la ayuda de Dios, Buda o gobiernos”.

Además, hizo eco de un sentimiento inclusivo que, indudablemente, el mundo necesita escuchar al mencionar que “los problemas que estamos afrontando en la actualidad son el resultado de diferencias superficiales ligadas a las creencias religiosas y las nacionalidades. Somos uno solo”.

Vea el original en:

http://theantimedia.org/the-dalai-lama-just-told-the-world-to-stop-praying-for-paris/

El artículo “El Dalai Lama solo dijo al mundo que deje de orar por París”, es de libre circulación y fuente abierta. Atribuido a Carey Wedler y AntiMedia.org

Traducido al español por: Karen Cañizares