Por María Muñoz para Inspira

Lo que empezó con una cesión de contenedores marítimos tras el desmantelamiento de un poblado chabolista, siguió con una invitación a diferentes colectivos que necesitaran esos espacios y continuó con unas primeras jornadas para intercambiar experiencias. Así nació  Arquitecturas Colectivas, una red de personas y colectivos que promueve la construcción participativa del entorno y que desde hace ocho años organizan sus encuentros anuales para conocerse, mostrar y coordinarse.  Porkinprogress es la octava edición de estas jornadas internacionales que comienzan el miércoles en la localidad extremeña de Los Santos de Maimona.

Los encuentros, gratuitos y abiertos a todo el mundo, pertenezcan o no a Arquitecturas Colectivas, se celebran cada año en un lugar distinto y tras pasar por Córdoba, Sevilla, San Sebastián o Barcelona llegan en esta nueva edición a una localidad de apenas 8.000 habitantes en la provincia de Badajoz. Está prevista la participación de unas 200 personas tanto de España, como del resto de Europa o Latinoamérica.

“A diferencia de otros años, que igual quedaba más diluido, en esta edición queremos centrarnos en nuestra red, trabajar la internacionalización y la colaboración entre unos y otros y ahondar en el intercambio de experiencias”, explica Carlos Muñoz, miembro de Arquitecturas Colectivas y de  LaFafrika deTodalavida, una asociación que busca la dinamización social del territorio y el ocio rural, y en cuya sede se celebran los encuentros. “A lo mejor alguien está haciendo una obra en Valencia y sabe que en nuestra red encontrará a los profesionales que necesita porque entiende la intervención del espacio público como nosotros lo entendemos”, explica el arquitecto, como ejemplo del impulso sobre la colaboración entre proyectos concretos.

Incorporación de nuevas iniciativas

La idea es también dar a conocer todo lo que hace el colectivo e impulsar la incorporación de nuevas iniciativas y personas. Arquitecturas Colectivas está formada por más de 100 colectivos y cerca de 1.000 personas individuales entre arquitectos, urbanistas, paisajistas, antropólogos, sociólogos o informáticos. Y precisamente su punto de unión es entender la construcción participativa del entorno, es decir, “desde las personas y para las personas”.

La octava edición de los encuentros, que se celebra desde el miércoles 9 al domingo 13 de septiembre, también busca visibilizar el territorio en el que se celebra y dar a conocer iniciativas colaborativas ya en marcha tanto locales como regionales.

Desde el pasado viernes está en marcha el taller de autoconstrucción Manos a LaFábrika, donde los participantes aprenden todo tipo de técnicas mientras crean las infraestructuras necesarias para el encuentro. “El miércoles tendremos la fiesta bisagra para despedir a los que se van y dar la bienvenida a los que llegan”, explica Muñoz. Entre charla, debate y jornada tampoco faltará el espacio para la música “para el que solo quiera participar del ocio”.

El eslogan de esta edición PorkinProgress salió casi por casualidad hace un año cuando comenzaron a pergeñar las nueva jornadas. “Era un juego de palabras entre el trabajo en proceso -work in progress, en inglés- que es Arquitecturas Colectivas y el cerdo -pork, en inglés- que es uno de los símbolos representativos y reconocibles de las dehesas extremeñas”, cuenta el arquitecto. Según fueron desarrollando los encuentros e investigando las diferentes iniciativas locales descubrieron procesos de cría del cerdo que se dan en la región desde hace siglos y que suponen un ejemplo “de oposición a los sistemas intensivos de producción”, como la montanera, o la existencia de las dehesas comunales, gestionadas por los propios habitantes del territorio. “ Un concepto que surgió por casualidad al final ha cobrado un sentido completo”, subraya Muñoz.

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