Por Gustavo Pérez Ramírez

El anuncio de una nueva tabla de impuesto a la herencia desató un tsunami de artículos de prensa y comentarios, varios calificándolo de confiscatorio, algunos dejando entrever el odio visceral al presidente Correa, como que fuera una invención suya en busca de recursos fiscales “para derrochar en inversiones públicas”. Y eso que apenas el viernes 5 de junio ingresó a la Asamblea Nacional el proyecto de Ley Orgánica para la Redistribución de la Riqueza.

Es mucha la tinta que correrá por parte de los enemigos de la Revolución Ciudadana contra una ley que no es recaudatoria sino redistributiva; que establece incentivos para la democratización del capital y que en el fondo trata de convertir el capitalismo anacrónico de empresas familiares, basado en un modelo de desarrollo aristocrático rentista, en ‘capitalismo moderno’ con empresas que acepten a sus trabajadores como accionistas.

Ante tanta confusión y mezquindad, el Presidente ha aclarado que el socialismo moderno reconoce al mercado. “Siempre habrá un segmento capitalista mercantil, pero al menos tengamos un capitalismo moderno con la democratización de la propiedad, de los medios de producción, no concentrados en menos del 2% de las familias”.

Y para que no queden dudas, dictaminó que ese impuesto “se podrá pagar a los trabajadores en acciones, para de esta manera democratizar la propiedad de los medios de producción”.

En su enlace sabatino hizo un detallado análisis con ejemplos pedagógicos, que desvirtúan las mentiras que han proliferado, y muestran que se trata de una ley constitucional basada en Montecristi, que aprobó en primer lugar una recuperación del Estado para obrar en favor del bien común, y una serie de leyes contra la cultura de la desigualdad, que caracteriza en general a los países de América Latina, como el continente más desigual. Una de ellas, la Ley para la Equidad Tributaria y las reformas del Código Tributario y de la Ley de Régimen Tributario Interno.

Es claro que la Ley de Herencias no va dirigida en lo más mínimo a la clase pobre, sino a los especuladores. El Ministro Coordinador de la Política Económica, afirma que “la norma no afecta a las clases populares, ni media, ni siquiera incide en la clase media alta”, y añade: “La Ley de Herencias está diseñada para el sector más alto de la sociedad, para el 0,1% más rico de la sociedad”. Y pagará muy poco proporcionalmente.

Por lo demás, hay que tener en cuenta que en Ecuador solo 3 de cada 100.000 ecuatorianos reciben por año una herencia mayor de 50.000 dólares.

Colofón:

Antes de seguir propagando, sin base en un análisis técnico, mentiras o suposiciones sobre lo devastadora que será la ley, ingrese a internet, haga clic en http://www.sri.gob.ec/web/guest/calculadora-herencias.
Es la Calculadora del Impuesto a la Herencia, que el SRI ha diseñado y puesto a disposición de todos los ciudadanos, para un cálculo real del monto del valor impuesto a la herencia. Verifique el suyo y relájese.

Es tarea de todos contribuir a crear una cultura de equidad, si queremos una sociedad justa. (O)

Fuente: www.eltelegrafo.com.ec