La votación de la semana pasada en el parlamento de Ucrania fue un movimiento perturbador y ha hecho casi imposible una reconciliación con Rusia.

El parlamento votó a favor de la membrecía de Ucrania en la OTAN, un paño rojo para un oso.

La verdad es que esta confrontación Rusa-Ucraniana-Occidente puede ser resuelta si las partes ucranianas y occidentales pusieran por escrito que no quieren ver a Ucrania en la OTAN.

Por Jonathan Power, (TFF Associate) 30 de diciembre, 2014

Esta es la cuestión clave para Rusia. Pero tiene que ser por escrito. Moscú ya no confía en entendimientos verbales que pueden ser quebrados, como cuando la Administración Reagan dijo al presidente Mijail Gorbachov que los EE.UU. no se aprovecharían de la Unión Soviética, una vez que la Guerra Fría había terminado. Pero lo hizo.

El presidente Bill Clinton comenzó provocativamente la expansión de la OTAN que ha alcanzado hasta las fronteras de Rusia. Gorbachov también inocentemente creyó que la Guerra Fría estaba totalmente terminada y que los EE.UU. nunca contemplarían tal movimiento.
Por supuesto que hay otros temas – la relación comercial con la UE, Crimea, el enclave Donbas y el precio del gas para Ucrania.
El problema de la UE está, efectivamente, en espera y podría resolverse fácilmente si la UE dijera que no tiene ninguna objeción en contra de Ucrania hacia ambos lados y por lo tanto no los penalizara si quiere unirse a la Unión Económica Euroasiática patrocinada por Rusia. (Después de todo la propia UE está negociando un Tratado de Libre Comercio del Atlántico Norte con los EE.UU., Canadá y México.)
El tema de pagos de gas ya no es un problema, ahora que los precios del petróleo y del gas han caído dramáticamente.

En Crimea, idealmente Rusia debe estar de acuerdo a un nuevo referéndum supervisado por la ONU. Pero por lo que puedo decir, la unidad con Rusia está muy bien acogida en Crimea, así que un poco de real politik a Occidente no le vendría mal.
En cuanto al enclave disidente de Donbas, que ha sido anti-reforma, anti-occidental, pro-ruso desde la independencia de Ucrania: dejar que se separe y observar.
Donbas está pagando un alto precio por el esfuerzo de arrancar de Ucrania – el 80% de su producción industrial ha caído y las minas de carbón, fábricas, el aeropuerto y otras obras de infraestructura han sido gravemente dañadas.

Dejemos de presionar económicamente a Rusia que ya soporta la carga de Este, además de pagar las pensiones, las prestaciones sociales, el agua y la electricidad que necesita importarse de Ucrania.

Importantes pensadores políticos estratégicos de los EE.UU. han dejado claro que la actual política occidental hacia Rusia es errónea.
El difunto George Kennan, arquitecto de la contención de la Guerra Fría, dijo que si se ampliaba la OTAN se produciría «una nueva Guerra Fría, que probablemente terminaría en una caliente».
Ya he escuchado en Moscú, durante mis visitas de octubre y noviembre, doctrinas de guerra nucleares que han sido desempolvadas por un régimen que no tiene ninguna experiencia de cómo tratar con el arte de la política suicida nuclear.
Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional de la presidencia, dijo a principios de este mes que Ucrania debería tener una política de «no intervención con la OTAN» – como las prácticas de Finlandia durante todos los años de la Guerra Fría.
Finlandia mantuvo su distancia de la geopolítica mientras Occidente, al mismo tiempo, forjaba una democracia fuerte y estrechos vínculos económicos.
Mientras Brzezinski critica lo que Rusia ha hecho, comprende que está en el proceso de tratar de recuperar su propio orgullo nacional después de la desestructuración de la URSS. Respecto del futuro, él es optimista.

Cree que Putin se da cuenta de que el embrollo de Ucrania debe resolverse sin usar la fuerza, aunque deba estar dotada de armamento ofensivo.
Henry Kissinger escribió a principios de año que «Occidente debe entender que para Rusia, Ucrania no puede ser un país extranjero. La historia de Rusia comenzó con Kiev-Rus. La religión rusa se extendió desde allí.
Ucrania ha sido parte de Rusia durante siglos. El uso del Mar Negro se basa en Sebastopol, Crimea (con acuerdos de toda la vida con Ucrania).
Incluso esos disidentes famosos como Aleksandr Sozhenitsyn y Joseph Brodsky insistieron en que Ucrania era parte integrante de Rusia. Y añade: «Ucrania no debiera entrar en la OTAN».
¿Qué bien le hace al Congreso de Estados Unidos tomar el camino opuesto?
La Ley de apoyo a Ucrania Libre, como escribió la semana pasada Jeffrey Tayler, «es corta en sentido común y larga en ultimátums beligerantes e inexactitudes de la historia reciente».
¿Cómo pueden los EE.UU. atreverse a predicar sobre prácticas internacionales lícitas cuando ellos mismos invadieron y ocuparon Irak, hacen cientos de ataques aéreos letales en todo el mundo islámico, hicieron una campaña de bombardeo ilegal en Serbia, tienen una historia que no terminó hace mucho tiempo en apoyo a los dictadores del Tercer Mundo y se retiran de la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia cuando pierden un caso presentado por Nicaragua sobre la extracción de su puerto?
Seamos correctos con Ucrania y luego las piezas podrían caer bien en su lugar.