Casi 10 millones de sirios, el 40% de la población, son fugitivos. La mayoría incluso dentro de sus propias fronteras. Los habitantes de sus países vecinos, los turcos y los libaneses, soportan una gran parte de esta carga. En Líbano hay 230 refugiados por cada 1000 habitantes. El 0,5% de los refugiados sirios son acogidos por los países ricos de Europa occidental. En la propia Alemania se acoge al 0,1% de los refugiados. Se han propuesto acoger hasta un máximo de 10 000.

La agrupación alemana de artistas activistas »Zentrum für politische Schönheit» (Centro de Belleza Política), que se dedica a la defensa de los derechos humanos a través del arte de acción, ha iniciado hace varios días la espectacular campaña »1 de 100» (Pressenza ha informado de ello), se encontraba en Aleppo y ha sacado fotos conmovedoras de una ciudad que una vez fue el hogar de 3 millones de personas, pero ahora está vacía a causa del hambre y las bombas. En la campaña, en la que se hacían pasar por el Ministerio de la Familia, los artistas prometían sacar a 55 000 niños sirios del horror de morir en masa. 1 de 100, ya que son 5,5 millones los niños que corren allí peligro de muerte. Muchos ciudadanos se han puesto ya en contacto con ellos para acoger a niños sirios. Con esta acción muestran que es mucho lo que se puede hacer, y también lo poco que se hace.

Con la campaña de hoy los artistas mostraron fotos del lanzamiento de una bomba barril, un arma homicida llena de explosivos y clavos, y sus consecuencias. Mostraron cómo rescataban cadáveres y heridos de una casa destrozada. El lugar de la exposición (estación de tren Friedrichstrasse) muestra una realidad perturbadora. Allí también se inauguró el »Organismo federal de autorización de los refugiados», mediante el cual podremos elegir a un niño, de entre 100, que puede ser rescatado. Con su escenificación la agrupación de activistas consigue conmover a los asistentes. Y esto es precisamente lo que el arte de acción puede y quiere hacer, tocar la fibra sensible de la gente y sacarla de su letargo.

Los países occidentales  pensaron durante mucho tiempo en una intervención militar que habría engullido miles de millones. No obstante, al igual que rechazan todo lo que tiene que ver actualmente con inmigración y refugiados, los políticos rechazaron de manera instantánea el gesto más fácil, acoger a personas en peligro de muerte. Quizás, mediante ese gesto de tolerancia y empatía se habrían creado fuertes lazos entre personas de diferentes culturas y religiones y se podría evitar conflictos en el futuro.

Los organizadores declaran que no pueden resolverse todos los problemas del mundo con la ayuda de una sentencia del Ministerio del Interior presidido por Maizière, pero sin duda Alemania podría hacer mucho más de lo que se hace actualmente. Aunque no fuese posible parar ese conflicto, podrían disminuirse sus consecuencias y ofrecer al menos un refugio a las personas más afectadas. Y con la ayuda de esta campaña, queda claro que el no hacer nada, el letargo y el mirar hacia otro lado y quitarle importancia al sufrimiento que existe delante de nuestra puerta es culpa de las políticas responsables y de nuestra falta de asistencia. Los paralelismos con la Segunda Guerra Mundial lo dejan claro; del mismo modo que por entonces la mayoría de los países negó la entrada y el asilo a los judíos, volvemos a negárselo de manera arrogante a la gente que necesita protección.

Pero siempre ha habido y sigue habiendo gente que no espera a las políticas apáticas, sino que toma la iniciativa. Debemos agradecer a los artistas de esta agrupación por esa valentía.

Traducido del alemán por Míriam Sánchez Alcón