Con motivo del Día Internacional de la Mujer se ha desencadenado un debate en Irán con respecto al papel de la mujer en la República Islámica. En este debate los dirigentes políticos mostraron por primera vez signos de desacuerdo con los representantes de los conservadores, especialmente el presidente Rouhani. Entretanto, los activistas de los derechos de la mujer exigen que se adopten medidas concretas.

Las palabras que dijo líder espiritual de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei, el 22 de abril en el Día de la Mujer no deben haber sorprendido a nadie. Jamenei dijo algunos clichés como que el acceso de las mujeres al empleo era un tema secundario para Irán. Lo más importante era »ofrecer en casa una atmósfera de tranquilidad a las mujeres para que ellas puedan apreciar su tarea como amas de casa ideales». Con estas palabras ha citado la agencia de prensa ISNA al ayatolá, que es conocido por su interpretación tan conservadora del islam. Sin embargo, lo que sí han sorprendido son las reacciones de otros líderes políticos, especialmente la del presidente Hassan Rouhani, que contradijo a Jamenei abiertamente.

»Los hombres y las mujeres son iguales»

»Quien esté contra el avance de la mujer en la sociedad no debe buscar los motivos en los principios del islam», declaró Rouhani, que es un religioso moderado, sin remitirse directamente a las palabras de Jamenei. Según la doctrina del islam, los hombres y las mujeres son iguales y ningún género es superior al otro. Sin embargo, todavía falta mucho camino por recorrer en cuanto a los derechos de la mujer. No obstante, Rouhani opina que la mitad femenina de la sociedad no debe quedar al margen. El expresidente Ali Akbar Hashemí Rafsanyaní, considerado un aliado de Rouhani, también encontró las palabras precisas, y dijo que »esperar que las mujeres se queden en casa para ocuparse exclusivamente de los niños no se corresponde ni con la lógica ni con las realidades sociales. Si cedemos a las mujeres la administración del hogar y otras tareas de los hombres, perjudicamos tanto a nuestras mujeres como a los hombres». Así lo escribió Rafsanyaní en su página web oficial.

Se han demandado medidas concretas

En un evento organizado por uno de los grupos iraníes de defensa de los derechos de la mujer con motivo del Día de la Mujer que celebra cada año el cumpleaños de Fátima az-Zahra, la hija del profeta Mahoma, las activistas que defienden los derechos de la mujer exigieron al presidente Rouhani que sus palabras pasaran a los hechos. La activista Zahra Akhavannassab declaró que ‘‘la igualdad de derechos entre ambos sexos no debe quedarse en un eslogan. El 63% de nuestras graduadas universitarias no encuentran trabajo al finalizar sus estudios ya que son discriminadas del mercado laboral por ser mujeres. La política debe cambiar eso».

La docente universitaria Shamsolsadat Zahedi se expresó de manera parecida, y opina que hoy en día el avance de las mujeres se ve frenado porque la sociedad predominantemente masculina de Irán no se lo toma muy en serio. Shamsolsadat Zahedi  declaró que »las capacidades de las mujeres se pasan por alto de una manera insensata». Entre las asistentes del evento también se encontraban también, entre otras exparlamentarias, la primera dama Sahebeh Arabi-Rouhani, quien aplaudió los discursos de las activistas.

Críticas a la primera dama

Pero la postura tan evidente de Arabi-Rouhani sentó como un jarro de agua fría a muchos conservadores, y en los últimos días la primera dama de sesenta años ha sido el centro de las críticas, tanto de algunos parlamentarios como también de la prensa conservadora. El motivo de las críticas, es una celebración del Día de la Mujer al que la primera dama había invitado a mujeres embajadoras a un antiguo palacio del Shah, el monarca derrocado de Irán. »Si la primera dama quiere celebrar fiestas, entonces debería celebrarlas en su casa en vez de malgastar tanto dinero en momentos de dificultad económica para celebrar una fiesta en el palacio del Shah», se quejó el diputado Ruholloah Hosseinian. La celebración de Arabi-Rouhani habría degenerado en un espectáculo de moda y de baile cada vez más decadente», criticó también la agencia de prensa Fars News, perteneciente a la Guardia Revolucionaria de Irán. El gobierno ha rechazado las críticas a la mujer del presidente en un comunicado oficial, y ha expresado que los discursos no podrían tratarse de una celebración costosa ni decadente. »Las únicas que han bailado en la celebración han sido niñas pequeñas», decía el comunicado.

Nahid Fallahi / Jashar Erfanian
Traducido del alemán por Míriam Sánchez Alcón

Artículo de Transperancy-for-Iran.org