En 1938 Roy Plunkett, un químico de DuPont, buscaba refrigerantes alternativos.  Sin darse cuenta polimerizó tetrafluoretileno creando accidentalmente un nuevo material , que luego llamarían Teflon y que revolucionó muchas industrias.

Jeannette García, investigadora de IBM, mezclaba y calentaba químicos buscando plásticos  más fuertes y fáciles de reciclar. Debía mezclar 3 químicos en un vaso de precipitado pero se equivocó, dejando uno de ellos fuera de la mezcla. Al revisar, vio su vaso lleno de un plástico blanco duro que incluso congeló el mezclador. La Dra. García trató de aplastar el material y no pudo. Tuvo que usar un martillo para sacarlo del vaso.

Tal error de laboratorio llevó al descubrimiento de una nueva familia de materiales plásticos, extremadamente fuertes y livianos, con propiedades de “auto-recuperación”, y muy modificables para hacerlos reciclables. Estos polímeros sintéticos se podrían aplicar en transportes, pero debido a su reciclabilidad también se piensa su aplicación en productos de consumo y en empaques industriales para componentes microelectrónicos.

Nuevos materiales poliméricos se utilizan hoy en muchas aplicaciones tales como pinturas, lentes de contacto, ropas y baterías.  Los químicos hablan hoy de “el tiempo de los polímeros” y los denominan “Titan” o “Hydro”. Esta nueva familia de polímeros, conocida con el nombre de “thermosets” – aludiendo al proceso de calor en el que se forman-,  ha sido descubierta después de muchas décadas y  no tiene todavía uso comercial. Sin embargo ya se han entregado muestras a universidades con investigaciones en desarrollo en los campos de transporte, aeroespacial y microelectrónica.   Los “thermosets” tienen la rigidez de huesos ( uno de los materiales biológicos más fuertes) y se pueden reforzar 50% más uniéndolos con materiales como Nanotubos de Carbono. Se comportan mejor que cualquier otro tipo de polímeros al exponerlos a altas temperaturas.

Este reciente descubrimiento demuestra que no todo se sabía ya en el mundo de los materiales poliméricos y que, con buena investigación y arduo trabajo se puede siempre acceder a nuevos avances.

Extracto elaborado a partir de artículos del  New York Times y la Revista Science