El recientemente apuntado, pero aún no-electo, gobierno del primer ministro Demócrata Matteo Renzi, aprobó un decreto el último viernes, el denominado salva-Roma tre (Rescate a Roma 3), que provee un “salvataje” de 570 millones de euros (786 millones de dólares) para la capital italiana bajo la forma de un avance sobre futuros ingresos, siempre en el contexto de un hoyo presupuestario de 816 millones (1.12 billones de dólares). El incremento impositivo adicional en los servicios básicos fue dejado a discreción del Consejo de la Ciudad.

El decreto de rescate evita temporalmente la quiebra de la ciudad, permitiéndole por un corto período continuar sus operaciones y pagar los salarios de unos 25 mil empleados. Las comparaciones con Detroit han devenido  comunes en los últimos días. El día antes de que el decreto fuera firmado, el Wall Street Journal comentó: “La Ciudad Eterna está ahora vacilando en el borde de una quiebra-tipo-Detroit”. El International Business Times tituló una columna, “Roma al borde en tanto una quiebra tipo “colapso Detroit” se avecina”

Estas comparaciones son ciertamente adecuadas. Como los procedimientos federales de quiebra de Detroit, el decreto inequívocamente prepara el marco para un asalto devastador y sin precedentes sobre los trabajadores públicos y los servicios, así como también una potencial venta de sus invaluables recursos, mientras pospone una crisis aún  más grande y un posible no-pago

Las implicancias de este salvaje ataque irán más allá de los confines territoriales de la ciudad de Roma, sirviendo como un ejemplo para el resto de Italia y la Unión Europea (UE). A la cabecera del Consejo de la Ciudad, Mirko Coratti admitió “Un default en la capital italiana gatillaría una reacción en cadena que podría extenderse a lo largo de la economía nacional”

Dos decretos anteriores “Salva Roma” no fueron aprobados –uno en diciembre, otro más temprano en Febrero-, esto mientras la elite política buscó cada vez más crear el clima de falsa emergencia capaz de preparar el terreno para medidas más drásticas

El aprobado decreto fija especialmente condiciones draconianas que se asemejan a los diktats impuestos por la Troika en Grecia el año último. El alcalde de Roma, Ignazio Marino, también un demócrata y un cirujano de trasplante que estudio en EEUU, tiene la tarea de presentar un plan presupuestario que efectivamente cierre el hoyo negro financiero que “se come” a la ciudad

Importantemente, el decreto impone un “investigación de los requerimientos de personal en las compañías” afiliadas a la municipalidad. El lenguaje evoca redundancias, despidos e intensificación del trabajo. Las dos compañías de servicio más grandes que son el objetivo inmediato son Atac, la cual provee transporte público, y Ama, que administra los servicios de recolección de basura

Las dos compañías han sido objetivo de una campaña  de desprestigio sin descanso, que tiene la intención de fijar la responsabilidad por la crisis presupuestaria de la ciudad en ellas, o, más correctamente, en sus trabajadores, usualmente descritos como ineficientes, flojos y culpables de ausentismo en el trabajo

Con la excusa de “adoptar innovadores modelos para la administración de los servicios”, lo que incluye “recurrir a la liberalización”, la medida comenzará la privatización de servicios sociales cruciales, tal como el transporte y la recolección de basura.

Otros servicios de la ciudad estarán “a disposición” o serán “eliminados”, con los consiguientes despidos. Dentro de éstos, la cultura es un objetivo. Zetema, una compañía que opera con un presupuesto anual de 40 millones para actividades culturales y servicios, reducirá su tamaño, incluso quizás cerrada.

Significativamente, el diktat  amenaza el inmenso legado cultural e histórico de Roma, en tanto establece los términos para la venta de algunos preciosos inmuebles  de la ciudad, un giro que se asemeja mucho la venta del arte planificada para el instituto de Arte de Detroit por el administrador de emergencia de Detroit, Kevyn Orr.

Desde el comienzo de la crisis financiera de 2008, la ciudad de Roma ha venido enfrentando crecientes problemas. Sus administradores han buscado soluciones de corto plazo, o se han visto involucrados en oscuras transacciones de derivados financieros que han profundizado la crisis presupuestaria de la Ciudad Eterna.

Contrariamente al mantra repetido por los medios que sostiene que los trabajadores y administradores ineptos son la causa principal del desbalance financiero de Roma, el rol del capital financiero y los esquemas de derivados está emergiendo como el componente principal de esta crisis

Dos años atrás, surgió evidencia de que muchas municipalidades italianas han adquirido derivados y otros instrumentos financieros similares, los cuales desestabilizaron fuertemente las cuentas públicas. Roma no es una excepción. Una investigación preliminar realizada por la congresista Carla Ruocco (del Movimiento Cinco Estrellas, la organización de Bepe Grillo), encontró que en 2008 la Ciudad reportó pérdidas por 147 millones de euros provenientes de nueve derivados que ésta había contratado

En 2012, el Comisionado Especial Massimo Varazzani liquidó siete de los nueve. Su oficina fue examinada por la investigación y rechazó en dos ocasiones liberar cualquier información, considerando la investigación “como un monitoreo inadmisible de las tareas de la administración”. El lenguaje muestra un sorprendente desprecio por el gobierno democrático

Debe ser notado que la intención de Carla Ruocco es corroborar la posición de su partido que afirma que las finanzas de la ciudad no deben ser rescatadas, en tanto cualquier movida en este sentido solo protegería a “la casta”, en referencia a la elite política. En particular, M5S se enfoca en distintos privilegios disfrutados por los políticos, tales como las denominadas “rentas de oro” y otras gratificaciones

Mientras el M5S se presenta como el campeón en la lucha contra la corrupción, el verdadero objetivo de sus políticas es dejar en la miseria 25 mil trabajadores. El grupo de Grillo continúa su campaña a favor de “suprimir la grasa” y por la abolición de las municipalidades locales y las provincias, y de esta forma eliminar decenas de miles de trabajos considerados por grillo  como “parasitarios” (vea “El Significado político del Movimiento Cinco Estrellas de Bepe Grillo”) (“The political significance of Beppe Grillo’s Five-Star Movement”).

Pero los trabajadores no tienen ningún tipo de amigos dentro del establishment político. La designación no-democrática de Renzi ha disfrutado del apoyo de los sindicatos y de la completa pseudo-izquierda

Completamente conscientes de la destructiva Acta de Empleo de Renzi, una política que efectivamente derechos obreros básicos como el contrato, los beneficios y la protección salarial, la presidente del ex estalinista CGIL Susana Camusso, confirmó su apoyo al reciente acuerdo con Confindustria, la asociación de industriales, que esencialmente fija sanciones a los trabajadores que no se subordinen a cláusulas regresivas como la la prohibición de huelgas

Todas las organizaciones de la pseudo-izquierda apoyan a los sindicatos y su abierta colaboración con gobiernos y patrones. Lo que queda de la Izquierda Anti-Capitalista de Franco Turigliatto, un conglomerado Pablista de oportunistas políticos[1], reconoce las traiciones de sindicatos como CGIL. Sin embargo, sostiene que los trabajadores deben formar un “frente unido” con todas aquellas fuerzas de la “izquierda”, a partir del mismo sindicato que se ha probado como instrumental en todo ataque contra éstos

A la Izquierda, el líder de “Ecología y Libertad” Nichi Vendola, es aún más evidente en sus zig-zags. Hasta el momento en que Renzi asumió en el poder, Vendola fue uno de sus más firmes apoyos, sosteniendo “Un cambio es necesario con el Partido Democrático de Renzi”, o “Renzi ha roto todos los viejas pautas”, o incluso “Con Renzi debemos trabajar para formar una coalición alternativa”. Desde este momento, en un intento por falsear una postura izquierdista, el partido de Vendola emitió un voto de “no-confianza” respecto del gobierno de Renzi el 24-25 de Febrero.

 Refundación Comunista (Rifondazione Comunista, PRC) posa como defensora de Roma ante las privatizaciones y despidos que se derivan del decreto de Renzi. En realidad, el partido está negociando abiertamente con el primer ministro. Los administradores locales del PCR, Maurizio Acerbo y Francesco Marola firmaron una apelación apoyando “la intervención de Renzi en esta emergencia (de la educación pública) que es producto de los desproporcionados recortes de recursos votados por su partido”. En otras palabras, están de acuerdo con la necesidad de recortar los programas sociales.

 Los trabajadores romanos e italianos deben asimilar las lecciones de sus hermanos y hermanas de Detroit. La Investigación de Detroit (Detroit Inquiry) auspiciada por SEP debe servir como gatillante inicial de una movilización internacional contra cualquier y todo agente del capital”.

Por Marc Wells, 4 de marzo 2014

http://www.wsws.org/

Traductor: Manuel Salgado