Familiares de ejecutados políticos acusan que el conscripto murió en medio de un montaje, para ocultar torturas y ases9nato contra Jorge Marín y Williams Millar.

Escrito por Periodista Anyelina Rojas Valdés

Una vez más en Chile y particularmente en Iquique, se enfrentan dos versiones de la historia reciente. La oficial, cada vez menos creíble, donde se indica que el joven soldado santiaguino, apostado para el año 1973, en el regimiento de Telecomunicaciones, en pena dictadura, donde se indica que fue acribillado por supuestos terroristas, parapetados en el Cementerio N° 3, colindante a la Unidad Militar.  Y la versión de los familiares de los presos políticos, finalmente ejecutados , quienes sostienen que en medio de un montaje, para ocultar el cruel asesinato de dos jóvenes dirigentes socialista, sometido a vejámenes y torturas, el conscripto fue ultimado, en un supuesto fuego cruzado que nunca fue.

LA HISTORIA

El joven soldado Pedro Rolando Prado Ortiz, no militaba en partido político alguno. Tampoco su familia, que debió vivir el dolor de ver cómo prematuramente su hijo partía.  Pedro se encontraba cumpliendo el Servicio Militar en el Regimiento de Telecomunicaciones en Iquique, en la misma unidad donde  permanecían presos dirigentes y militantes de los partidos de la entonces Unidad Popular, entre ello, Jorge Marín Rossel, de 19 años y Wiliams Millar Sanhueza, de 42.

Detenidos en lugares distintos, coincidieron al final de sus vidas en el Regimiento Telecomunicaciones, donde llegaron ya, habiendo recibido brutales torturas. En la madrugada del 29 de septiembre, la autoridad militar da cuenta de una supuesta fuga, hacia el Cementerio N° 3. Pese a que las versiones de otros presos políticos, indican que ambos estaban ya, moribundo, en la zona de las caballerizas del regimiento. Otros testigos, dicen que llegaron ensacados al  cementerio ya fallecidos y que fueron ingresados en la madrugada, por un portalón lateral que unía el lugar con el regimiento.

La autoridad militar ordenó un operativo para capturar a los supuestos terroristas. Y al joven soldado Pedro Prado, le correspondió ser parte de la patrulla. Una bala lo alcanzo y encontró precoz muerte, frente al cementerio, en Calle Ohiggins con Elías Lafferte (antiguo nombre de 11 Oriente, Pedro Prado y ahora Salvador Allende).

¿De dónde vino la bala? Según testigos, tendría que provenir de los mismos militares, ya que Marín y Miller, estaban moribundos esa madrugada del 29 de septiembre, por lo tanto, imposibilitados de poder cargar un arma. Además, en el Regimiento estaban altamente custodiados y afectados por la tortura.

LA VERSION OFICIAL

Ese día también estaba en el regimiento el Conscripto Guido Díaz, que después se enlistó en el Ejército, alcanzando el grado de Sub Oficial, hoy en retiro. Y tomó la iniciativa de revindicar a su compañero de armas, que según él y la versión oficial, murió en cumplimiento de su deber.

Guido Díaz, no estuvo de acuerdo cuando la Avenida Pedro Prado Ortiz, cambió al nombre de Salvador Allende Gossens. Y luchó por restablecer el honor de su antiguo camarada. Eso lo logro recientemente, con la autorización del Concejo Municipal, que aprobó que la plazoleta de entrada al Cementerio N° 3, lleve el nombre del soldado. Y, además, logró que se construyera una estatua en su honor.

La inauguración de la plazoleta y la estatua, será este miércoles 26 de octubre, a las 11 hrs. Asistirá la madre y una de las hermanas del soldado Pedro Prado. Otra parte de la familia, su padre y hermana, permanecen en Santiago y se abren a la posibilidad que la otra historia, puede ser posible.

DENUNCIA

Héctor Marín Rossel, es presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos. Y un incansable luchador por los Derechos Humanos. Ha buscado cada día de su vida, verdad y justicia. Verdad, para limpiar el nombre de su hermano Jorge. “El no fue un asesino”, dice, sealando que por el contrario luchaba por construir una sociedad más justa e igualitaria. Los mismos ideales que compartía con William Millar, con quien debió compartir los últimos minutos de sus respectivas vidas.

La Agrupación, molesta por el tema, porque no se cuente la verdad tal como fue, emitió una declaración pública. Y por lo demás, se entienden que los tres, Pedro Prado, Marín y Miller, son víctimas de la misma dictadura.

La declaración señala:

“Queremos denunciar que en Iquique y frente al Cementerio numero 3 se inaugurará un monumento al soldado Pedro Prado Ortiz, muerto en la madrugada, del 29 de septiembre de 1973, esa misma madrugada son asesinados William Millar Sanhueza y Jorge Marín Rossel al interior del Regimiento de Telecomunicaciones y  hoy engrosan la larga lista de detenidos desaparecidos”

“La versión del Ejército fue que Marín y Millar habían huido del regimiento y ellos asesinaron al soldado. Queremos dejar claro que sólo nos anima la verdad y la justicia, y acto como éste, presentando al soldado como muertos por civiles o por una bala loca, no corresponden a la verdad”.

“Pedro Prado Ortiz fue asesinado por los propios militares, quienes curiosamente hoy le rinden homenaje como vÍctima de la violencia política y no como víctimas de la dictadura. La verdad es que a él lo asesinaron los militares, para tapar los crímenes de Marín y Millar, realizando un aparatoso montaje, para justificar sus muertes. Estos actos son un grave retroceso en materia de Derechos Humanos y ofenden la memoria de las victimas y sus familiares”, señala Héctor Marín.

Ante ello llamó para que este miércoles, a las 11 de la mañana, “a estemos en el frontis del Cemeterio N° 3 de Iquique, para denunciar a quienes fueron sus victimarios”, concluye.

Fuente: Edición Cero