La reducción al máximo del Estado del bienestar hace tiempo que se está llevando a cabo. Este pedido resulta temerario porque desvela que la idea es realizar ajuste tras ajuste, sin pensar en el deterioro de la calidad de vida de las personas, que llega en muchos casos a la extrema pobreza.

El ministro británico de Economía, George Osborne, defendió este miércoles una profunda renovación de la Unión Europea (UE) a fin de hacerla más competitiva y advirtió que sólo hay dos opciones para el futuro: “Reforma o declive“. En un discurso auspiciado por los centros de estudios pro reforma Open Europe y Fresh Start Project, insistió en la urgencia de reformar la UE para poder competir con gigantes asiáticos como la India o China y alertó de que “el continente se está quedando atrás”.

Osborne aseguró que los tratados sobre los que se basa la Unión Europea “han quedado obsoletos” y condenarán al bloque a futuras crisis y al deterioro económico. “La Unión Europea tiene una elección simple: reforma o declive”, sostuvo el titular del Tesoro en su mensaje más rotundo a Bruselas, dirigido asimismo a aplacar a los antieuropeístas dentro del Partido Conservador.

Para Osborne, la reforma significa liberalizar la economía europea, eliminar la burocracia que ralentiza los negocios y reducir al máximo el Estado del bienestar pues, recordó, su coste en Europa supone el 50 % del gasto global.

Europa tiene un 7% de la población mundial, un 25% de su economía y un 50% del gasto global en Estado del bienestar. No podemos seguir así, dijo el ministro de Economía británico”Como (la canciller alemana) Angela Merkel ha señalado, Europa tiene un 7% de la población mundial, un 25% de su economía y un 50% del gasto global en Estado del bienestar“, dijo el político tory, que aseveró: “No podemos seguir así”.

Osborne recordó que en los últimos seis años, desde el estallido de la crisis crediticia global de 2008, “la economía europea se ha estancado” y los países emergentes han tomado la delantera en crecimiento e innovación. En su opinión, la crisis financiera puso de manifiesto problemas de competitividad que la UE ya tenía y “aceleró los cambios de las placas tectónicas económicas hacia el este y el sur del planeta”.

Al insistir en la necesidad de cambio, aseguró que “el mayor riesgo económico que afronta Europa no viene de los que quieren reforma y renegociación, sino de la falta de reforma y renegociación“. “Es el statu quo el que condena a los europeos a una persistente crisis económica y continuo declive”, subrayó.

Osborne reconoció que la Unión Europea ha tomado medidas para fortalecer su estructura, como fomentar la integración bancaria de la zona euro “para que sobreviva” la moneda, pero advirtió de que hay que proteger también los intereses de los países que, como el Reino Unido, están en el mercado único pero no en la eurozona.

“Unirse al euro o abandonar la UE”

“Es absolutamente necesario que haya la debida protección legal de los derechos de los países no miembros, para preservar el mercado único y hacer posible que el Reino Unido se quede en la UE”, defendió. “Creo que no interesa a nadie que Gran Bretaña se vea abocada a escoger entre unirse al euro o abandonar la UE”, avisó el ministro, que señaló que dejar “una Unión Europea reformada” perjudicaría al Reino Unido, pero también dañaría al bloque que se fuera un país “del tamaño y alcance global” de este.

En un intento de calmar las relaciones con los conservadores euroescépticos, declaró que “es hora de cambiar la UE y cambiar la relación del Reino Unido dentro de ella, y después poner la decisión en manos del pueblo británico: ¿Queremos permanecer en una Europa reformada o preferimos irnos?”.

El primer ministro, David Cameron, se ha comprometido a celebrar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE en 2017 si gana las elecciones de 2015, previa renegociación de la estructura del bloque comunitario. Pese a esta promesa, los euroescépticos conservadores han aumentado su presión y el pasado fin de semana pidieron que se otorgue derecho a veto al Parlamento a fin de bloquear las leyes europeas que “atenten contra los intereses nacionales”, propuesta que el Gobierno ha rechazado.

Cameron se enfrenta además al auge en las encuestas de intención de voto del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) de Nigel Farage, que está usurpando el voto tory con un programa antieuropeo y antiinmigración.

Fuente: Kaos en la Red