A tres años de la muerte de Silo, acá recordamos la historia del hombre que da origen al Movimiento Humanista; corriente espiritual que se expandió por todos los continentes y que hoy sustenta las bases filosóficas del Partido Humanista.

Silo, cuyo nombre civil es Mario Rodríguez Cobos, nació en Mendoza, Argentina, en 1938. Tras abandonar sus estudios de Derecho en la Universidad de Córdoba, Silo decide iniciar un viaje por Sudamérica y, junto con ello, la búsqueda interna de respuestas que ayudaran a la comprensión del ser humano; sus conflictos existenciales y sus problemáticas sociales.

De esta manera Silo originó una corriente espiritual, de alcance mundial, que se expresó en un movimiento de carácter social, cultural y político: el Movimiento Humanista. Con el tiempo, de este movimiento se desprenden numerosas organizaciones y frentes de acción, entre las cuales destacan el Partido Humanista, presente en 30 países; la Comunidad para el Desarrollo Humano, Mundo sin Guerras y sin Violencia y el Centro Mundial de Estudios Humanistas.

Primera conferencia pública

El sol brillaba, pero el frío de la montaña se percibía con fuerza. En los pies del Aconcagua, en medio de la Cordillera de los Andes,  el  mensaje de Silo pudo ser transmitido a más de 200 asistentes, en medio de la represión de la dictadura de ese entonces. Pero pese al control armado, Silo logró el objetivo y transmitió su primer mensaje público en presencia de amigos chilenos y argentinos, además de la prensa nacional y extranjera.

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En una escenografía espectacular, aislada y desolada, llamada Punta de Vacas, el 4 de mayo de 1969, Silo de 31 años, dio lugar clandestinamente a la reunión que estaba dispuesta a burlar a la dictadura militar. En ella se trataron temas sobre el sufrimiento personal y social, se habló de la violencia física, económica, racial y religiosa y del cambio de actitud mental frente a los acontecimientos que se avizoraban en el mundo.

En esa ocasión Silo dijo “Si has venido a escuchar un hombre de quien se supone se transmite la sabiduría, has equivocado el camino, porque la sabiduría no se transmite a través de libros, ni de arengas. La sabiduría está en el fondo de tu conciencia; como el amor, que está en el fondo de tu corazón (…) Escuchas a un hombre desconocedor de las leyes que rigen el Universo, desconocedor de las leyes de la Historia, ignorante de las relaciones que rigen al Hombre (…) Debes saber que este sufrimiento está basado en la violencia que hay en tu propia conciencia. Esa violencia deriva del deseo. La violencia en el hombre, movida por el deseo, no queda solamente como enfermedad en su conciencia, sino que actúa en el mundo de los otros hombres, se ejercita con el resto de la gente. Únicamente puedes terminar con la violencia en ti y en los demás, y en el mundo que te rodea, por la fe interna y la meditación interna. Hermano mío, cumple con mandatos simples, como simples son estas piedras y esta nieve. Y este sol que nos bendice. Lleva la paz en ti y llévala a los demás. A ti hermano mío, te envío esta cuota de alegría, de amor, para que puedas elevar tú corazón y tú espíritu”.

Luego de ese encuentro, en 1972 Silo publica su libro llamado “La Mirada Interna”, el que sería la columna vertebral de sus enseñanzas y donde el pensador plantea los 12 Principios de la Acción Válida, cuyo conocimiento busca ayudar en el proceso de la unidad interior. Estos son:

1. Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo.
2. Cuando fuerzas algo hacia un fin produces lo contrario.
3. No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquella se debilite, entonces avanza con resolución.
4. Las cosas están bien cuando marchan en conjunto no aisladamente.
5. Si para ti están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones.
6. Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento. Pero, en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente.
7. Si persigues un fin, te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas.
8. Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz no cuando quieras resolverlos.
9. Cuando perjudicas a los demás quedas encadenado. Pero si no perjudicas a otros puedes hacer cuanto quieras con libertad.
10. Cuando tratas a los demás como quieres que te traten te liberas.
11. No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando.
12. Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti. Si repites tus actos de unidad interna ya nada podrá detenerte.

Con los años, Silo se mantuvo profundizando en este complejo camino de conocimiento interno, para desde ahí poder hacerle frente a la violencia física, social y económica. Al igual que su sabiduría, la cantidad de seguidores de Silo fue creciendo considerablemente, su influencia se vio reflejada en distintas organizaciones que llamaban a la no-violencia activa y su mensaje se escuchó en todo el mundo.

Con motivo del cumplimiento de los 30 años del movimiento humanista universal, el 2 de enero de 2009 Silo realizó una multitudinaria arenga en Punta de Vaca. A los pies del Aconcagua asistió Ángel Abarca, militante Partido Humanista, quien recuerda a Silo y su mensaje de la siguiente manera: “Ahí es cuando se transmite el tema de la humildad. Porque ver a Silo fue ver a un hombre que se enfrenta a más de cinco mil personas denotando desprendimiento absoluto. Lo que proyectaba Silo, realmente se volvía inspirador. Cuando lo escuchabas se transmitía la importancia de la horizontalidad de manera coherente; no hay nada por sobre el ser humano”.

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Un día como hoy, el 16 de septiembre del año 2010, a los 72 años de edad, Silo murió en su pueblo natal Chacras de Coria, Mendoza, Argentina. Actualmente, Punta de Vacas sigue siendo un centro de reflexión y estudio donde el espíritu de Silo se mantiene presente y se levanta con energía la consigna que en ese lugar surgió: Paz, Fuerza y Alegría.