A raíz de una noticia publicada ayer por el diario La Tercera -que posteriormente fue difundida como un hecho en el Publimetro-, el humanista Joaquín E. Arduengo comenta este caso y habla sobre la manipulación que existe dentro de los medios de prensa, en la siguiente columna de opinión.

“Llama la atención en un diario de circulación nacional, un titular: “Bachelet anuncia que impulsará estudios para la extensión del metro hacia Quilicura en su eventual gobierno”. La noticia, luego es reproducida por otro medio, pero ha cambiado su significado: “Bachelet extenderá el metro hasta Quilicura”.

Al menos dos cosas deben concluirse. La primera es que una propuesta programática ha sido voceada y amplificada, lo que está muy bien; ojalá que se hiciera lo mismo con todos los candidatos. Lo que no se entiende es que en el segundo titular ya se dé por hecha la elección de la candidata mencionada.

Si también se publicaran con la misma importancia y en titular destacado, temas como Asamblea Constituyente, Educación, Salud, recuperación de Recursos Naturales y otros, que benefician a todos los chilenos, independientemente del lugar en que residan, tendríamos al menos un atisbo de democracia. Pero de estas grandes necesidades no se publica nada, excepto en pequeñas columnas para especialistas, que no llegan a la gran mayoría del modo en que lo hace esta propuesta de la Sra. Bachelet.

Por supuesto, nos alegramos de que la candidata prometa la extensión del metro hasta Quilicura. Lo que está en cuestión es que la magnificación de un hecho, independientemente de sus beneficios, elude la discusión pública de los grandes temas. En efecto, no se titulará en destacado, por ejemplo, “MARCEL CLAUDE MANIFIESTA SU VOLUNTAD DE EFECTUAR ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y RECUPERAR COBRE Y AGUA”. Este titular no será nunca publicado, porque no conviene a los poderes fácticos que financian su campaña y además cogobernarán en el eventual gobierno de la candidata.

Los humanistas decimos: “si se trata de igualdad de oportunidades, los medios de difusión deben ponerse al servicio de la población en el período electoral en que los candidatos exponen sus propuestas, otorgando a todos las mismas oportunidades…”. Si esto hoy no ocurre, es porque en nuestro país, los medios de prensa y TV, se encuentran controlados por pequeños grupos económicos que solo publican aquello que favorece sus intereses. Así es como el gran capital no solo domina la objetividad, mediante el control de los medios de producción, sino también la subjetividad mediante el control de los medios de difusión. Son ellos los que en definitiva ordenan “tomar razón, comunicar, publicar” y ejecutar las políticas que les son convenientes, reemplazando con ello al Estado como tal.”