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Partidarios del derrocado presidente vuelven a tomar las calles en varias ciudades dos días después de que el Ejecutivo diera por concluido el proceso de diálogo.

Seguidores del depuesto presidente egipcio, Mohamed Mursi, mantienen el pulso contra el golpe militar del pasado 3 de julio. Dos días después de que el Gobierno interino diese por terminadas las gestiones diplomáticas, este viernes volvieron a producirse incidentes en diversos puntos de Egipto,  con choques esporádicos que causaron heridas a varias personas.

En un comunicado, la Coalición para la Defensa de la Legitimidad, que incluye a varios grupos, entre ellos los Hermanos Musulmanes, pidió que los manifestantes saliesen a las calles después de la oración musulmana del viernes en marchas bajo el lema «El pueblo quiere la caída del golpe».

Tras la oración de mediodía con ocasión del segundo día de la festividad de Eid el Fitr, que marca el fin del mes sagrado de ramadán para los musulmanes, los islamistas partieron de distintas mezquitas en dirección a la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, en la que permanecen acampados los partidarios de Mursi a pesar de las repetidas amenazas del Gobierno. La coalición favorable a Mursi también convocó nuevas manifestaciones  en el resto de localidades del país, en algunas de las cuales se registraron disturbios, según la agencia estatal.

El miércoles pasado, el primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, pidió a los islamistas que pongan fin «rápidamente» a sus protestas. Asimismo, advirtió de que no habrá «marcha atrás» en la decisión de disolver las acampadas y acusó a sus responsables de incitar a la violencia.

Los islamistas piden la vuelta al poder de Mursi, elegido democráticamente en junio de 2012 y que fue depuesto el pasado 3 de julio por el Ejército tras multitudinarias protestas los días anteriores que pedían elecciones presidenciales anticipadas. Hasta el momento, más de 300 personas han perdido la vida en estas protestas entre partidarios y contrarios a Mursi, y en las que se han registrado malos tratos y asesinatos cometidos por ambos bandos, así como por el Ejército egipcio.

La esposa de Mursi visita la acampada

La esposa del expresidente egipcio Mohamed Mursi, Naglaa Mahmud, se ha mostrado confiada este jueves en que el exmandatario «volverá al poder», al tiempo que ha asegurado no haberle visto ni haber hablado con él desde su derrocamiento el 3 de julio.

Nagla Mahmud encabezó este jueves el rezo de Eid el Fitr, en la acampada de Rabea al Adauiya.»Dios ayuda a sus aliados y soldados a ganar, y creemos que somos el partido de Dios. Os envío el agradecimiento del presidente. No le he visto ni he hablado con él, pero sé perfectamente lo que tiene en su corazón», ha manifestado a través de un comunicado.

«Quiero dar algunas buenas noticias (…) Dios ha dicho: ‘»Sin duda, para los aliados de Dios no habrá temor y no se lamentarán», ha agregado, según ha informado el diario egipcio ‘Al Ahram’. «Creo que el pueblo egipcio ha demostrado que Egipto será un estado islámico, si Dios quiere», ha remachado.

Cinco presuntos terroristas muertos

Al menos cinco supuestos terroristas han muerto este viernes en una explosión, cuyas causas por el momento se desconocen, al sur de Rafah, localidad fronteriza entre Egipto y la franja de Gaza en la península del Sinaí, informó la agencia estatal de noticias Mena. La explosión destruyó una plataforma que supuestamente estaba preparada para lanzar cohetes contra Israel, según dijeron testigos a la agencia estatal, que añadió que las Fuerzas Armadas egipcias investigan el suceso.

El portavoz del Ejército, coronel Ahmed Ali, explicó que en torno a las 16.15 hora local (14.15 GMT) se oyeron dos explosiones en la zona de Al Agra, ubicada a unos tres kilómetros de la frontera. Unidades militares están inspeccionando el área para determinar las causas del suceso, indicó el portavoz en un comunicado.

El jueves, el aeropuerto de la ciudad israelí de Eilat, situado en el extremo sur del país, entre Egipto y Jordania, fue cerrado durante dos horas por una alerta de seguridad. El Ejército israelí no ha desvelado el tipo de amenaza de seguridad que motivó esa clausura, si bien Eilat ha sido atacada en el pasado con cohetes lanzados desde el Sinaí egipcio o desde territorio jordano.

En los últimos meses, la península del Sinaí se ha convertido en un foco de inestabilidad y escenario de ataques contra las fuerzas de seguridad y los gasoductos, así como de actos de contrabando y secuestros.

El ejército y la policía egipcios comenzaron el pasado 30 de junio una serie de operaciones contra grupos armados en el Sinaí, coincidiendo con las multitudinarias protestas contra el entonces presidente de Egipto, el islamista Mohamed Mursi.