Se intensifica la crisis política en Egipto después de registrarse el peor estallido de violencia en el país desde que se inició la revolución egipcia en 2011. Al menos 525 personas murieron y más de 3.500 resultaron heridas el miércoles en redadas del gobierno contra los campamentos de protesta de los seguidores del Presidente derrocado Mohamed Morsi en El Cairo. La policía y los soldados utilizaron topadoras, lanzaron gases lacrimógenos y dispararon para desalojar las plazas ocupadas. Las clínicas improvisadas estaban repletas de muertos y heridos. Miembros de la Hermandad Musulmana respondieron a la violencia al irrumpir en estaciones de policía e incendiarlas. Se informó que 43 policías murieron. Tres periodistas también fallecieron en los incidentes violentos del miércoles. El gobierno militar de Egipto declaró un estado de emergencia de un mes e impuso un toque de queda del crepúsculo al amanecer en la capital, El Cairo, y otras diez provincias. La medida se adoptó poco después de que el gobierno instalara a 25 gobernadores provinciales, entre ellos a diecinueve generales militares y dos seguidores del Presidente derrocado Hosni Mubarak. El Vicepresidente interino y Premio Nobel Mohammed ElBaradei renunció horas después de que comenzara la represión el miércoles, al afirmar que el conflicto podría haberse resuelto pacíficamente. La Hermandad Musulmana instó a realizar más manifestaciones hoy en El Cairo. Mohammed El-Beltagi, un importante líder de la Hermandad Musulmana que perdió a su hija en los incidentes violentos del miércoles, exhortó a los seguidores de Morsi a manifestarse contra el régimen militar egipcio.

Mohamed El-Beltagi dijo: “Juro por Dios que si la gente no deja de manifestarse, Abdel Fattah al-Sisi pondrá al país en dificultades mayores, hará que el país caiga en una guerra civil para poder salvarse de ser condenado a pena de muerte. Sean conscientes, pueblo egipcio, salgan a las calles ahora para anunciar el fin de la vida política de las fuerzas armadas”.

Estados Unidos dice que muertes en Egipto son “deplorables”, pero no anunció cambios de política

En Washington, el Secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry condenó la violencia en Egipto, pero el gobierno de Barack Obama anunció que no tomaría medidas para recortar la ayuda a las fuerzas militares egipcias.

El Secretario de Estado Kerry declaró: “Los acontecimientos de hoy son deplorables y son contrarios a las aspiraciones egipcias de paz, inclusión y democracia verdadera. Los egipcios dentro y fuera del gobierno necesitan dar un paso atrás. Necesitan calmar la situación y evitar la pérdida de más vidas. También nos oponemos firmemente a que se vuelva a imponer un estado de emergencia e instamos al gobierno a respetar los derechos humanos básicos como el derecho a realizar reuniones pacíficas y al debido proceso, según la ley”.