Luego de un encuentro en el que participaron distintas organizaciones que trabajan con la problemática carcelaria, quedó conformada la mesa de diálogo sobre la temática de “Humanizar la pena”. El primer espacio de intercambio tuvo lugar el pasado miércoles 19 de junio en el salón Moreno del Senado de la Nación y contó con la presencia de miembros de la Fundación La Merced, la organización Activar, la Asociación Vivir sin Violencia y el Club de Educación Humanista de Concordia, entre otros. El espacio fue impulsado por la directora General de Relaciones Institucionales del Senado, Lía Méndez y coordinado por el licenciado Gabriel Bulgach. Los encuentros serán esporádicos apuntando a integrar una diversidad de organizaciones que enriquezcan los diálogos para llegar a conclusiones y acciones comunes que fortalezcan el trabajo concreto en el campo de aplicación. 

 

Desde la organización Activar comentaron que trabajan para superar las distintas formas de violencia en los jóvenes y adultos que habitan las cárceles, apuntando al trato no violento y a que elijan en qué condiciones quieren vivir tanto adentro como afuera de la penitenciaria. Desarrollaron distintas actividades en la cárcel de Melchor Romero en la Unidad 45, donde además de talleres de reflexión sobre la no-violencia hicieron Ceremonias de El Mensaje de Silo con los internos.

 

Uno de los temas de intercambio más desarrollados durante la mesa fue  acerca de las condiciones en que se encuentran las cárceles de distintas jurisdicciones del país, y sobre cómo son implementadas las penas y el modo en que cambian las políticas en cada una de las penitenciarías. Muchos problemas son comunes en todos los lugares, aunque toman distintas formas en cada espacio, fue una de las conclusiones a las que se abordó

 

Desde la Fundación la Merced (Fundamer), el licenciado Juan Pablo Diez Ledesma relató su experiencia de más de 35 años trabajando con los internos que llevo a su organización a impulsar actividades para la promoción de los Derechos Humanos, apuntando a exigir el cumplimiento de la ley en las cárceles. Son numerosos los proyectos que implementan: relaciones institucionales generando convenios para dar clases en distintas facultades y actividades culturales que se adaptan a las condiciones de esa cárceles, expresiones artísticas por parte de los internos, tratamientos donde los chicos aprenden con la música en el penal de Olmos. Hoy tienen el Programa de Tratamiento para la promoción de la dignidad humana en diez cárceles con aproximadamente 500 presos que han participado a la fecha en la provincia de Buenos Aires. Uno de los logros más importantes es que disminuyen altamente la reincidencia criminal.

Juana Barragan especialista en temas de adicción de la Asociación Vivir sin Violencia habló sobre un proyecto de llevar adelante un programa de prevención en la provincia de Buenos Aires, contextualizando acerca de cómo esta problemática también se expresa fuertemente en los penales.

En tanto que Ana Elena, del Club de Educación Humanista de Concordia (Entre Ríos), contó su experiencia como operadora psicosocial en el Penal número tres de esa localidad, donde junto a otros miembros de su organización asistieron a los presos con distintas herramientas para que puedan mejorar el trato, no indagaban al preso acerca del motivo por el cual estaban encarcelado sino que lo invitaban a conocerse más en profundidad y apuntar a un cambio positivo como personas trabajando con los principios del humanismo para que se reconozcan como seres humanos plenos. Comentó que hicieron 18 encuentros en cárceles sobre estas temáticas, donde tuvieron muy buena participación, logrando avances interesantes en dirección a superar la violencia en los espacios carcelarios.

De este modo quedó conformada la mesa de diálogo que apunta a Humanizar la Pena en los espacios carcelarios, como una actividad dentro del ciclo Diálogos en el Senado que implementa la Dirección General de Relaciones Institucionales.