Por Gonzalo Larenas – Gestor cultural – Chile

El nivel de agresividad de nuestra sociedad llegó a límites brutales y lo peor de todo es que nos acostumbramos a ello. Normalizamos lo que está mal.

Todos los días y todo el día nos nutrimos de agresividad, la gente apenas despierta prende el televisor y lo único que ve es violencia, morbosidad, tragedias y catástrofes. Abusan de las mentes de personas que se llenan de miedo, rabia y preocupaciones adicionales, sin siquiera haber salido a la calle. Cuando salen de sus hogares, los esperan medios de transporte indignos incluso para animales, donde la agresividad es la manera de entrar o salir, con choferes y clientes estresados que ante la más mínima provocación, reaccionan violentamente y descargan su frustración. El regreso a casa es igual, con cansancio agregado. Prenden sus televisores y lo mismo, una y otra vez. Considerando que el criterio de la televisión es el de rentabilidad, lo más seguro es que no van a cambiar su oferta.

Estamos educando a una sociedad agresiva y no le estamos dando a esta realidad la importancia que tiene. Es un polvorín que puede hacer explosión en cualquier momento, porque estamos invadidos de estos contenidos no solo en la televisión sino también en las redes sociales, que muchas veces no son más que un chat donde se conversa sobre lo que pasa la tele.

Ante esta realidad  elegimos el peor remedio, la indolencia. ¿Hasta cuándo vamos a aceptar tanta brutalidad? Es por eso que hay que hacer un llamado a los medios de comunicación a que también den cabida a cosas positivas, a noticias que nos hagan reflexionar más que espantarnos, que sean tema de conversación para mejorar nuestra deteriorada comunicación.

No se trata de otro llamado a una televisión con mayor contenido cultural, no pido tanto. Estoy haciendo un llamado a los medios porque lo que hacen simplemente es dañino para nuestra salud y para nuestro acontecer nacional.

Hoy no se respeta ni las ideas, ni a las personas. Vemos comunidades escolares en la que el bullyng es parte normal del crecimiento de un niño, fomentando entre ellos incluso que el más agresivo es el que manda, el ejemplo, el modelo a seguir que hay que copiar porque hemos fallado como educadores y como autoridades.

Nos quieren llenar de leyes para que respetemos cuando este respeto no se obliga, se gana y se educa.

No sigamos fomentando la agresividad en un país con los índices de suicidio juvenil más altos del mundo, donde las consecuencias están a la vista y donde nadie quiere hacerse cargo. Pongámonos los pantalones como sociedad también, y así como se lucha por otras causas nobles, les pido reflexionar por esta causa, urgente y que desencadena en otras tantas.

Ataquemos la enfermedad con inteligencia y propongamos un cambio en nuestra forma de informar, de entretenernos y de comunicarnos. Han sacado del aire a programas por molestia social, exijamos entonces lo mismo con los noticiarios, matinales y cuanto programa que promueve la violencia, la agresividad y la tragedia, pintando un futuro próximo devastador que incita a la depresión y a la ansiedad.

Asumamos la responsabilidad de esta problemática y propongamos un cambio que nos favorezca a todos. Los invito a reflexionar en familia, en pareja o entre amigos, ojalá a la hora de los noticieros y verán los rápidos cambios positivos que esto tendrá en sus vidas.

@respetalaidea