Lo advirtió el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien en su visita a Seúl aseguró que también a Pyongyang que debe acabar con sus «inaceptables» amenazas de desatar un conflicto bélico en la región.

Estados Unidos no aceptará que Corea del Norte se convierta en una potencia nuclear, aseguró hoy el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien en su visita a Seúl advirtió también a Pyongyang que debe acabar con sus «inaceptables» amenazas de desatar un conflicto bélico regional.
Lejos de amedrentarse  por las declaraciones de hoy de Kerry y las de ayer del presidente estadounidense, Barack Obama, de que cese con su retórica agresiva, el gobierno comunista norcoreano advirtió hoy a Japón que será su primer objetivo en caso de una guerra si persiste con su postura hostil hacia Pyongyang.
Las tensiones regionales en la península coreana, que se remontan a varias décadas, se dispararon este año por una ampliación de sanciones de la ONU a Corea del Norte por haber hecho un ensayo nuclear en febrero y por ejercicios militares conjuntos norteamericanos y surcoreanos que Pyongyang considera una amenaza.
Desde entonces, Pyongyang anuló el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea (1950-1953), prometió rehabilitar su reactor de plutonio para reforzar su arsenal nuclear, amenazó a Estados Unidos con un ataque atómico y desplazó misiles a su costa este.
Estados Unidos, que tiene 28.500 soldados en Corea del Sur, envió a la región dos destructores y dos aviones capaces de portar bombas atómicas y anunció que desplegará un escudo antimisiles en la isla de Guam.
«Estamos todos unidos en el hecho de que no aceptaremos que Corea del Norte se convierta en una potencia nuclear. Y la retórica que estamos escuchando desde allí es inaceptable desde cualquier punto de vista», aseguró Kerry durante una rueda de prensa en Seúl.
Kerry, quien realiza su primera visita a Corea del Sur como responsable de la diplomacia estadounidense, confirmó además, tras reunirse con su homólogo surcoreano, Yun Byung-se, que «Estados Unidos, si es necesario, defiende a sus aliados».
Sin embargo, el responsable de la política exterior estadounidense, quien más tarde se reunió con la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, insistió en que «el verdadero objetivo» no debe ser la defensa de los aliados, sino más bien la apuesta por la paz, informó la agencia de noticias EFE.
La visita se produce en momentos en que Estados Unidos y Corea del Sur mantienen en alerta elevada a sus ejércitos ante la posibilidad de que se produzca, en los próximos días, una prueba de misiles del país comunista.
A esto se refirió también Kerry al advertir a Corea del Norte de que cometería un «error enorme» si finalmente realiza el anunciado lanzamiento de misiles.
Sin embargo, desde el Ministerio de Defensa de Seúl rebajaron hoy los temores de un ataque por parte del régimen comunista.
«Corea del Norte realizó tres pruebas nucleares, pero todavía es cuestionable que haya hecho una pequeña cabeza nuclear que se pueda acoplar a un misil», dijo el portavoz del ministro de Defensa Kim Min Seok en un encuentro con la prensa.
La presidenta Park, antes de sus conversaciones con Kerry, dijo a miembros de su partido que  el diálogo con Corea del Norte es «un primer paso fundamental» para aliviar la actual tensión.
Poco antes, el portavoz del Ministerio surcoreano de Unificación, Kim Hyung Suk, confirmó ante la prensa –citado por la agencia de noticias Yonhap– que Seúl había trasladado ayer una oferta de diálogo a Pyongyang a fin de aliviar la actual tensión.
«Corea del Norte está evaluando, probablemente, el mensaje del gobierno», agregó el vocero, sin dar detalles.
La visita de Kerry a Seúl coincide con la del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, quien también pidió hoy a Corea del Norte que ponga fin a su campaña de amenazas.
Sin embargo, Corea del Norte advirtió hoy a Japón, adonde Kerry llegará el domingo luego de viajar mañana a China, que será su primer blanco en caso de una guerra.
En un despacho de la agencia de noticias oficial norcoreana KCNA, Pyongyang arremetió contra órdenes de Tokio de destruir cualquier misil que se dirija hacia Japón y dijo que acciones de este tipo tendrían como resultado un ataque nuclear contra este país.
De acuerdo con la agencia oficial norcoreana, Japón, que colonizó la península durante 36 años en la primera mitad del siglo XX, se aprovechó de actuar como base logística para Estados Unidos durante la Guerra de Corea (1950-53).
Así las cosas, el régimen norcoreano acusó a Tokio de estar preparándose para otra guerra y advirtió que debería desistir de ello, sobre todo si lo hace en la creencia de que estará protegido por Estados Unidos.
«Pyongyang nunca olvidó las acciones pasadas de Japón, y aquellos que esperan aprovecharse de otra guerra deberían estar preparados para un intenso final nuclear», dijo el despacho de KCNA.