La leyenda en vida del músico chileno Jorge González sigue latiendo en las
nuevas generaciones.

En su estado puro y rodeado de la gente que lo sigue, incluso niños y
adolescentes, el músico chileno se despidió del mundanal ruido de la capital en
su primer concierto de este año en la explanada del centro cultural Matucana
100, el pasado 2 de marzo.

Una extensa gira por regiones lo alejará del epicentro santiaguino por un buen
tiempo, validando su liderazgo artístico en las generaciones que lo conocieron
en los años ochenta junto a las nuevas que también se identifican con el texto
de sus composiciones.

El libreto de la noche sabatina contempló la exhibición de parte de su repertorio
y memoria musical, junto a los aprontes de su próxima producción Libro (con
su éxito “No te haría daño”), además de los inmortales himnos de discos
como La voz de los 80, Cultura de la Basura y Corazones elaborada con
Los Prisioneros, hasta los nuevos sonidos que ha desarrollado en su carrera
individual con su disco homónimo, Mi Destino: confesiones de una estrella
de rock.

La creación musical chilena mantiene un alto estándar respaldado por
generaciones que siguen sus letras, en el caso de Jorge González recorriendo
el territorio de norte a sur, la fuerza de los ochenta tiene cuerdas para rato.