“La acción no violenta en el día a día es la contribución al cambio social, al proceso histórico de humanización”
El ex-candidato a la presidencia por el Partido Humanista de Chile, Tomás Hirsch[i], acaba de dar una serie de charlas en Barcelona[ii] abordando la complejidad social del momento actual. A su paso por la ciudad después de la “11 Conferencia Internacional por la Paz”[iii] desarrollada en Múnich a principios de mes donde presentó la ponencia titulada “El sentido de la acción noviolenta”, nos da su visión sobre la situación internacional contemporánea y las posibilidades de acción hacia un cambio de paradigma.
Los puntos principales de su enfoque destacan el reconocimiento de la complejidad del sistema social y sus estructuras en el momento actual, así como la necesidad de afrontarlo con un espíritu positivo trabajando sin parar en una dirección que permita el surgimiento de algo nuevo. Hace hincapié en dejar atrás el mundo de la “prehistoria humana” –marcada por la desigualdad y la violencia constante en los diversos ámbitos entre los seres humanos– para poder entrar en la que define como «verdadera historia humana».
Tanto en Múnich como en Barcelona, Hirsch aportó algunos ejemplos históricos institucionales de noviolencia, entre los que destacó la Declaración Universal de los Derechos Humanos así como la misma creación de la Organización de las Naciones Unidas y el proceso de reducción nuclear y finalización de la guerra fría impulsado por la URSS de Gorbachov.
El ex portavoz humanista discutió con los asistentes a los diferentes eventos de Barcelona sobre si una nueva sociedad podía gestarse desde las bases del Estado y las instituciones ya existentes o debe partirse de un modelo radicalmente nuevo. Si bien los Estados nacionales cada vez dan menos respuesta a las necesidades de las personas, hay elementos de gran complejidad en el funcionamiento social actual cuya transformación requiere una planificación. Ya en su libro El Fin de la Prehistoria[iv] planteó el desmantelamiento de la concentración de poder del Estado para distribuirla en la base social, asignándole a aquel un papel coordinador, pero tal implementación es una de las claves sociales a resolver.
Se conversó acerca del despertar de una nueva sensibilidad que empieza a manifestarse en distintos puntos del planeta. Esta conciencia de una nueva generación que, como la de 1968, se inició en El Cairo, según afirma Hirsch, donde ahora supuso la caída del régimen de Mubarak. Implicando la participación ciudadana y la metodología de la noviolencia que han quedado plasmadas en los movimientos sociales que a posteriori han surgido en todo el mundo, impulsados por las nuevas generaciones como sujeto de los cambios históricos. Un impulso generacional que en los últimos veinte años había quedado dormido.
Siendo que estos nuevos movimientos sociales todavía no han logrado el cambio social que anhelamos, nos debatimos en cómo dar el siguiente paso. Mientras que nuevos modelos se van imaginando se necesitan estados intermedios donde pueda haber instancias que coordinen pero que no concentren poder, aclara Tomás. La base sobre la cual afianzarse sería el camino de la noviolencia, ya que la historia demuestra que el camino de la violencia no ha aportado cambios válidos en el avance del ser humano. Sólo ha impuesto sistemas, pero no cambios revolucionarios.
La mayor amenaza en el momento actual sigue siendo la de un conflicto con armamento nuclear. Por este motivo las banderas principales a nivel mundial siguen siendo el desarme nuclear mundial; el retiro inmediato de las tropas invasoras en los territorios ocupados; la reducción progresiva y proporcional de los armamentos en todo el planeta; firmas de tratados de no agresión entre los países; y la renuncia de los gobiernos a utilizar la guerra como medio para resolver conflictos.
El cambio sólo vendrá a través de la noviolencia, cuyo camino implica al ser humano como valor central. Todo aquello que impida la acción transformadora del ser humano puede ser considerado como alguna de las formas de la violencia. Es un cambio que se realiza conjuntamente tanto como proceso interno en los individuos, como acción en el medio social. Uno no puede convivir sin el otro.
[image src=»http://www.pressenza.com/wp-content/uploads/2013/02/2012.02.18.BCN-Tomas_Hirsch_en_AureaSocial01.jpg» lightbox=»yes» align=»left»]
[i] Tomás Hirsch, miembro fundador del Partido Humanista en Chile en 1984. Promovió la lucha no violenta contra la dictadura de Pinochet. Miembro fundador de la concertación de partidos para la democracia. Embajador de Chile en Nueva Zelanda. En 1999 fue candidato presidencial por el Partido Humanista en Chile y de nuevo en el año 2005, esta vez encabezando la Alianza de partidos de izquierdas que se llamó “Juntos Podemos más”. En el año 2009 fue portavoz en Latinoamérica de la marcha mundial por la Paz y la No Violencia.
[ii] Tomás Hirsch estuvo dando una charla en las sedes de Aurea Social, en Agora 9B y visitó los Parques catalanes de Estudio y Reflexión Parc Òdena, en Barcelona y Parc de Ponent, enLleida .
Se pueden visualizar las charlas en http://youtu.be/BVXfLLmtSrc?t=6m58s
[iii] La “11 Conferencia Internacional por la Paz” es un evento que se realiza en paralelo a la conferencia de seguridad de la OTAN.
[iv] “El fin de la prehistoria. Un camino hacia la libertad”. Tomás Hirsch. Ed. Tabla Rasa. 2007