[media-credit name=»Agustisol» align=»alignleft» width=»300″][/media-credit]Ante la situación de desmantelamiento de derechos de todo tipo, Raquel Calvo, matrona recién jubilada, nos ha hecho llegar una carta pública –que transcribimos literalmente a continuación- en la que denuncia y propone la acción colectiva, coherente, no violenta y organizada para el logro de una sociedad de verdadero bienestar, más justa, humana, solidaria y de nuevos valores éticos.

Os saludo a todos, ciudadanas/os y ojala pueda tener la suerte de que hagan llegar a vosotros este “grito desgarrado desde lo mas hondo de mí”, de protesta y denuncia hacia el mundo en el que vivimos; un mundo cada vez mas incoherente, violento, deshumanizado, caótico y decadente.

Tengo 65 años y con esta edad me ha dado tiempo de construir algo a lo largo de mi camino, pero no estoy dispuesta en consentir que los que vienen detrás de mí, encuentren un país y una sociedad  en las condiciones decadentes e injustas en las que está en estos momentos, con apenas ningún derecho. Me sumo, como un deber moral, a todos aquellos que luchan por un mundo mejor y que de ninguna manera están dispuestos tampoco a que esto siga así.

Es tal la degradación y deterioro del sistema actual, que aquellos que detentan hoy el poder, en lugar de usarlo para beneficio y desarrollo de la sociedad a la que gobiernan (como supuestamente sería su misión), se han instalado para el desmantelamiento, saqueo y destrucción de la misma, para su propio beneficio e intereses mezquinos, usureros y de manipulación en todos los ámbitos.

No soy ninguna experta en política, pero sí entiendo de lo que mis sentidos me están reflejando día a día y, cada vez, de forma más intensa y alarmante, en donde la repulsa, el horror e irracionalidad se hacen más evidentes. Parece como que de a poco nos estuvieran introduciendo en una película de terror…

¿Qué ha pasado con mi país? Ese país al que quería, en donde daba gusto vivir, en donde la gente vivía en paz, con calidad  de vida medianamente aceptable, en donde podías hacer planes, te sentías con una relativa seguridad, en donde había un cierto  orden y justicia social, con unos derechos humanos logrados, gracias al esfuerzo de muchos y durante muchos años (os doy las gracias amigos); una sociedad, en donde la sanidad era uno de los pilares dignos de alabar en todo el mundo y que no estaba a la venta, porque la vida es sagrada y la salud no se vende. Una educación para todos, con carácter progresista y una justicia contemplando siempre los derechos que le corresponde a cada ser humano, sin  que por su propia defensa ó recurrencia tenga que pagar (es escandaloso, aberrante e irracional). Pero, ¿qué mente es capaz de albergar dichos contenidos perversos?.

Un país en donde la alegría y ganas de vivir se hacían evidentes. Por supuesto que había muchas cosas por mejorar, pero siempre en una dirección de progreso y sostenibilidad.

¿Dónde está ese país?.Desapareció en no más de cuatro ó cinco años de forma progresiva y exponencial.

Se están apoderando cada vez más de las personas, de su propia subjetividad, de sus planes y proyectos, de su espacio, de su salud, de su educación, de su cultura, de su propia defensa, de su alegría, sus esperanzas, de su alma… además claro está, de todo lo tangible, como es de su trabajo, su dinero, su casa…; en síntesis, de sus derechos básicos, propios de todo ser humano y de su dignidad. El despojo es cada vez mayor y con ello la vulnerabilidad de una sociedad, en donde los ricos son más ricos, los de clase media se van empobreciendo, y los que ya estaban con pocos recursos, se quedan en la triste e injusta marginalidad.

¿Qué pretenden? ¿Apoderarse de nuestra voluntad y convertirnos en esclavos a su servicio, teniendo incluso que dar las gracias por ver y respirar?.

Esta es una historia de ciencia ficción, que yo no estoy dispuesta a permitir por más tiempo.

Son máquinas frías, cínicas y  destructivas que lo único que les importa es el DINERO y el PODER (como siempre, por otra parte, pero ahora de forma aberrante y grotesca), creyendo que van a permanecer ahí eternamente.

Pero están ciegos si no se dan cuenta de que el Universo tiene sus propias leyes y a lo largo de la Historia siempre se ha demostrado su efectividad, como la Ley de Ciclo, la Ley de Superación de lo Viejo por lo Nuevo, o la Ley del Péndulo (ya que fuerzan las cosas hacia un fin, sus fines infames, y producirán lo contrario), entre otras varias.

No saben estos “poderosos” procedentes de ese terrorífico “orden mundial” y que tienen sus lacayos, los políticos y ciertos medios cumpliendo sus órdenes y exigencias, a cambio de aquello tan mezquino, sin importarles en absoluto la gente y su sufrimiento.

No saben que este modelo ha fracasado y se resisten fuertemente a soltar, pero lógicamente no es lo único que existe como alternativa. El proceso histórico se encargará de desvelarlo.

El poner la vida de las personas  única y exclusivamente en función del dinero es una gran equivocación porque el ser humano es mucho más que un cuerpo, con funciones vitales, intelecto, emoción y aparato locomotor y vegetativo.

El ser humano es un ente en el desarrollo de la naturaleza capaz de dar lo mejor de sí, si se lo somete a condiciones favorables, para su propio desarrollo y vida de bienestar, no sólo material, sino también espiritual; puede hacer maravillas. Pero si se le somete a condiciones negativas y desfavorables para su propia supervivencia y bienestar, dará lo peor de sí; le saldrán los monstruos ocultos que cada cual tiene, causando violencia y destrucción. Aquí nos encontramos ante dos mundos diferentes, con distintos tratamientos y distintos resultados.

¡¡Dios ha muerto!!, decía Nietzsche, y qué razón tenía este filósofo de finales del Siglo XIX y comienzos del XX.

No estoy hablando de religiones, ya que éstas en su casi totalidad fueron hechas para un mayor control, manipulación y dominio de los pueblos o masas, evitando así la comunicación e integración entre los habitantes del planeta, dando lugar a diferencias, divisiones, luchas fanáticas, con una gran dosis de violencia. ¡Qué contradictorio es todo esto! si se supone que etimológicamente religión es UNIR, LIGAR.

En realidad cuando comento la frase de Nietzsche me refiero a que se experimenta un gran vacío en el corazón del ser humano; tal vez sea el momento en que éste tenga que evolucionar ó desarrollarse más a nivel interno. Lo ha hecho sí, pero a nivel externo solamente; ha dado muestras de un gran desarrollo científico y tecnológico, pero no es suficiente y menos aún si este desarrollo no está planteado al servicio del ser humano, sino a favor de conseguir cada vez mas ganancias materiales, más dinero. El materialismo hoy por hoy está dominando en casi todos los campos y esto es muy arriesgado y peligroso para la propia especie humana y su medio ambiente, en consecuencia.

La Vida y su Evolución están amenazados y se necesitan nuevos signos de una Nueva Civilización, en donde el hombre y mujer tomen Conciencia  finalmente, dando un salto evolutivo con nuevos valores, trasfondos sociales, junto a una nueva espiritualidad, desligada de toda  religión externa, pero propia, de cada uno, traducida como un sentimiento especial, en donde lo Sagrado está en lo profundo de cada ser  humano, y todo gracias a la enorme crisis de naturaleza estructural y global, que le ha hecho ahondar dentro de su interior, volcando una mirada mas interna y profunda.

Gracias a éste contacto con lo mas profundo de sí y en base a la NECESIDAD, es que están saliendo al mundo nuevas respuestas, con la no violencia y desobediencia civil, en lugar de la violencia; la coherencia en lugar de la locura, destrucción y contradicción; la solidaridad en lugar del individualismo y la injusticia; la bondad, en lugar de la mezquindad, usura y sufrimiento; la compasión, en lugar del resentimiento y la venganza. Siento que ésta es una gran crisis de SENTIDO.

Por eso siento que hay mucho que hacer entre todos, entre los de arriba y los de abajo, si no queremos poner en juego nuestra propia integridad social y personal. Y aquellos que tienen mayor responsabilidad tendrán que elegir entre una vida con sentido y unidad, pudiendo dormir en paz, o una vida llena de falsedad, contradicción y sinsentido. De ahí al sufrimiento atormentado va un paso.

Se trata de construir algo nuevo. Lo anterior es el pasado y tal vez no se pueda rescatar mucho, a no ser de que sea reciclable y se produzca la Ley de Superación de lo Viejo por lo Nuevo.

Hoy, en estos días  hay mucho conocimiento, experiencia y, sobre todo, un gran motor y esperanzas entre las nuevas generaciones de muchos grupos sociales que pueblan el mundo, decididos, en unión de todos, respetándose sus orígenes culturales, sexos, razas, credos e ideologías  y apoyando la diversidad –decía- están decididos a construir un mundo nuevo, no violento, más justo y solidario, tomando como interés fundamental al SER HUMANO y en donde finalmente podamos decir: Todavía hay Futuro.

Un saludo con los mejores deseos para todos y sin olvidar que “La unión hace la fuerza”.

Raquel Calvo, ciudadana del mundo y del Nuevo Humanismo Universal. Actualmente vive en España, su país natal.

raquelcalvo21@gmail.com