Declaración de Mundo sin Guerras y Violence

Una vez más en Oriente medio, en el actual Israel y Palestina, se vive en estado de guerra siendo necesario tomar una postura.

Nos basamos en los siguientes puntos que nos parecen relevantes:

  1. A pesar de este conflicto es básicamente sobre control del territorio, existen otros intereses implicados que están haciendo grandes cantidades de dinero a costa de vidas humanas
  2. Los que lanzan misiles a los territorios del otro son criminales violentos y deben tratarse como tales en los tribunales internacionales.
  3. El futuro de cualquier territorio debe ser decidido por los que viven en ese territorio sin intromisión de intereses externos a este proceso.
  4. Si la situación fuera al revés y los israelíes, en vez de palestinos, estuvieran encerrados en cárceles a cielo abierto como la franja de Gaza o Cisjordania, los poderes occidentales y las Naciones Unidas no lo tolerarían.

A la luz de todo esto, tomamos la siguiente postura:

  1. No apoyamos al gobierno y ni a los militares de Israel tampoco al gobierno ni a los militares palestinos.  En cambio, apoyamos a los ciudadanos de ambas partes que no quieren ni guerra ni violencia en sus comunidades.
  2. Hacemos un llamamiento por un alto el fuego y el desarme de ambos lados (tanto convencional como nuclear en el caso de Israel), supervisado por países neutrales que carezcan de intereses económicos o militares en la región, y un embargo de armas inmediato para todas las partes del conflicto.
  3. Apelamos a todos los países de la región a iniciar diálogos de paz donde todavía no hay tratados en existencia,
  4.  Y hacemos un llamamiento para que todas las partes participen en la próxima reunión de las Naciones Unidas sobre una zona libre de armas nucleares con el fin de desarmar la región en el menor plazo de tiempo posible.
  5. Apelamos a todos los países de la región para que renuncien a la guerra como método de resolver conflictos.

Para Mundo sin Guerras, la solución no consiste en crear uno o dos estados en el territorio actualmente ocupado por Israel y Palestina, sino una Nación Humana Universal sin fronteras y sin restricciones de cualquier tipo para los seres humanos.  Sin embargo, hasta que esta visión pueda convertirse en realidad, creemos que los habitantes de este territorio son los que deben decidir sobre su administración, y si ellos consideran que dos estados son mejor que uno, apoyaríamos esta opción.  Claro, cualquier decisión tomada por personas que viven en una sociedad desarmada y pacifica no resultaría en muros que dividen a la gente, concentrándola en condiciones inhumanas.

Por último, a todos los que desde afuera quieren ayudar y desde dentro quieren poner un fin a la violencia, les decimos que lo más importante que podamos hacer es ayudar en el proceso de reconciliación.  “Reconciliar no es olvidar ni perdonar, es reconocer todo lo ocurrido y es proponerse salir del círculo del resentimiento. Es pasear la mirada reconociendo los errores en uno y en los otros. Reconciliar en uno mismo es proponerse no pasar por el mismo camino dos veces, sino disponerse a reparar doblemente los daños producidos.” [1]

Si nosotros, dentro y afuera de la región, podemos promover esta actitud, estaremos haciendo lo mejor posible para llevar este capitulo de la historia humana a una conclusión no violenta.

No somos ingenuos, sabemos que es improbable que los poderosos atiendan esta propuesta, pero ello no significa que no sea la postura correcta, y esperamos que este mensaje de reconciliación y noviolencia sea escuchado en la región e inspire a las nuevas generaciones para encontrar salida a esta situación desesperada.

 



[1] Silo, Punta de Vacas, 5de mayo 2007.