El Congreso del Partido Comunisata Chino concluyó con la elección por unanimidad de un nuevo Comité Central. Más de dos mil delegados pusieron así en marcha el ascenso de una nueva generación.

El presidente chino, Hu Jintao, dejó hoy su cargo de jefe del gobernante Partido Comunista para allanar el camino a la asunción del vicepresidente, Xi Jinping, como nuevo líder del país, en la quinta transición de poder en 63 años de régimen comunista.

En línea con un proceso de sucesión largamente planeado y acordado de antemano, Hu no fue reelecto como parte del nuevo Comité Central nombrado hoy en Beijing al término del XVIII Congreso del Partido Comunista chino (PCCh), lo que implica que ya no está al mando del país.

Tras una votación secreta, autoridades del Congreso anunciaron que Xi fue designado unánimemente como miembro del Comité Central, el paso previo a ser nombrado también para el órgano de gobierno supremo, el Comité Permanente del Politburó, y reemplazar a Hu como líder del PCCh, algo que está previsto que suceda mañana.

Los más de 2.000 delegados del Congreso -el acontecimiento político más importante de China- votaron al comienzo de la sesión la composición del nuevo Comité Central, formado por 205 miembros titulares y 171 alternativos, cuyo resultado culminó con el ascenso de una nueva generación de líderes.

A la cabeza del Comité Permanente del Politburó, máximo órgano de poder del PCCh, y por tanto del país, se da por seguro que estará el actual vicepresidente Xi, de 59 años, que mañana será designado secretario general del partido en sustitución de Hu, de 69 años.

Aparte de Hu, tampoco están en el flamante Comité Central el primer ministro, Wen Jiabao, ni el máximo líder legislativo Wu Bangguo, lo que marca el primer paso en la retirada de la «cuarta generación» de líderes comunistas, que mañana también saldrán del Comité Permanente.

Los miembros del nuevo Comité Central, integrado también por 10 mujeres y 10 miembros de minorías étnicas, fueron citados uno a uno por la televisión estatal CCTV horas después de que concluyera el cónclave, informó la agencia de noticias EFE.

Otros miembros destacados en la nueva composición, aunque ya figuraban, como Xi, en el anterior Comité Central, son los viceprimeros ministros Li Keqiang -principal candidato a asumir el cargo de primer ministro- y Wang Qishan, quien también obtuvo un puesto importante en la renovada Comisión de Disciplina.

Las noticias oficiales destacaron asimismo a otros siete miembros del nuevo Comité Central que son los principales candidatos al Comité Permanente, el más alto órgano del Partido, que se vota mañana.

Se trata de Liu Yunshan (jefe de propaganda), Liu Yandong (consejera de Estado, la mujer con más poder del régimen), Liu Yuanchao (jefe de organización) y los líderes locales del Partido Wang Yang (Cantón), Zhang Gaoli (Tianjin), Zhang Dejiang (sucesor de Bo Xilai en Chongqing) y Yu Zhengsheng (Shanghái).

En la ceremonia de clausura, celebrada en el Gran Palacio del Pueblo con la tradicional solemnidad del régimen, también se anunciaron cambios en la Constitución del PCCh, entre ellos la búsqueda de una «civilización ecológica», dando a entender una mayor preocupación por los problemas medioambientales.

«El Partido ha dejado clara la posición estratégica de la ecología en el plan de desarrollo del país», señaló el informe de conclusiones del XVIII Congreso.

Este giro ideológico, que los analistas no habían anticipado, se produce después de una ola de protestas en ciudades chinas contra la construcción de fábricas altamente contaminantes, que lograrán este año un enorme seguimiento popular e incluso obligaron a gobiernos locales a cancelar esos proyectos.

La transición a la «quinta generación» de líderes chinos —luego de las de Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu- culminará en marzo del año que viene durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (el Parlamento), cuando Xi ocupe la presidencia del país y, salvo grandes sorpresas, Li Keqiang, de 57 años, sustituya en la jefatura de Gobierno a Wen.

Los nuevos dirigentes de gigante asiático, segunda economía del mundo deberán enfrentar una extensa lista de desafíos, entre ellos la corrupción, la economía en el marco de la crisis global, las relaciones exteriores, el medioambiente y la crisis de Tíbet.

El Congreso estuvo signado por el mayor escándalo político en china desde las manifestaciones de la Plaza Tiananmen, en 1989.

En los últimos meses el alto dirigente, Bo Xilai, -claro candidato a entrar en el Comité Permanente del Politburó- fue expulsado después de que uno de sus colaboradores desvelara que su esposa asesinó a un empresario británico.

Sus partidarios aseguran que fue víctima de las luchas entre facciones partidarias.