Dilma Rousseff ha declarado que la situación por la que está pasando el presidente paraguayo es inaceptable, al mismo tiempo que Evo Morales acusa a los diputados de estar gestando un golpe de estado.

Todo el conjunto de la UNASUR sostiene al primer mandatario y el venezolano Alí Rodríguez, Secretario General de la Unión declaró en una conferencia de prensa organizada a toda prisa en Río de Janeiro, “el apoyo al proceso democrático y que se busca (con el viaje de la delegación) garantizar el debido proceso”.

**Apoyo en las calles**

Desde la noche de ayer centenares de jóvenes se reunieron frente al parlamento criticando la decisión que se tomó de iniciar juicio político sumarísimo y exprés al presidente del país. A medida que la noche avanzaba se iban sumando más manifestantes, entre los que podían leerse pancartas en defensa de Lugo y otras deslegitimando la decisión de los diputados como por ejemplo: “El parlamento perdió el juicio”.

En otras ciudades del país se repitieron estas manifestaciones de apoyo y desde la mañana se están desplazando autobuses hacia la capital para evitar lo que para muchos es un “golpe de estado de la ultraderecha que aprovecha los sucesos de Curuguaty”.

Pese a haber sido las víctimas de la represión los movimientos campesinos defienden el estado de derecho de forma unificada. “Con esto se quiebra el proyecto de la reforma agraria, el modelo productivo. Condena a nuestro pueblo a la extrema pobreza y al Estado como corrupto”, declaró el dirigente de la Mcnoc (Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas), Luis Aguayo a Página 12 de Argentina.

**La propiedad de la tierra**

Vale la pena recordar que los asesinatos de 11 campesinos y 6 policías en Curuguaty se debieron a que los campesinos estaban acampados en unas tierras que pertenecen a la familia Riquelme, o al menos ellos reivindican su propiedad tras una concesión del dictador Alfredo Stroessner, quien dirigió el país durante 45 años.

La sangrienta expulsión se enmarca en la lucha por la reforma agraria y las permanentes disputas entre los terratenientes y los campesinos, que organizadamente han ido recuperando terrenos para asegurar su subsistencia.

Justamente entre las acusaciones para el juicio político se encuentran objeciones a las políticas presidenciales que ha atendido a los reclamos campesinos y ha resuelto innumerables conflictos de usurpación de tierras a favor de los desposeídos generando el rechazo de los poderosos miembros del Partido Colorado.

**La subjetividad apropiada**

Un detalle que no puede pasar por alto es el hecho de que las argumentaciones presentadas por los diputados desestabilizadores son un calco de los análisis y críticas que se ven a diario tanto en la prensa como en la radio y la televisión paraguayas.

Repitiendo así la matriz de golpe de estado fogueado y atizado por los medios de comunicación corporativos como sucediera en Honduras y en Venezuela o se intentara contra Rafael Correa y Evo Morales.

Escudados tras periodistas que ponen la cara los verdaderos poderes legitiman su discurso y van socavando a sus rivales y enemigos. Los movimientos sociales son invisibilizados o estigmatizados con la difamación permanente, al igual que el presidente Lugo víctima de una campaña feroz de descrédito en su contra desde que ganó las elecciones en 2008.