Lo informa la agencia de prensa ‘Pajhwok’ según la cual los integrantes de la comisión pasaron dos días recogiendo pruebas, escuchando a testigos y heridos, y hablando con los jefes tribales.

En declaraciones hechas a ‘Pajhwok’ el parlamentario Hamizai Lali dijo que el ataque duró un ahora y que participaron dos grupos de militares estadounidenses. El legislador manifestó auspicios de que los responsabels sean juzgados en Afganistán.

Aunque los efectos de esta investigación no sean seguros, es opinión común de muchos observadores que para los Estados Unidos la situación en Afganistán se está volviendo aún más difícil. Primero, la quema de copias del Corán en la base militar de Bagram. Luego la masacre de civiles encendió un latente sentimiento anti-estadounidense, al punto de convencer al mismo presidente Hamid Karzai a pedir ayer la retirada de las tropas extranjeras de las aldeas y de la zona rural, y de acelerar su definitivo regreso a sus países que de todas maneras está prevista para el 2014.

Pesan diez años de guerra que no han traído estabilidad y seguridad. Ayer, según noticias de fuentes internacionales de prensa, 13 civiles –nueve menores y cuatro mujeres– fueron asesinados en la provincia meridional de Oruzgan y la policía atribuyó los homicidios a los talibanes. Hoy un helicóptero de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) se estrelló contra una vivienda en las afueras de Kabul: fuentes de prensa turcas informan de 10 muertos, cinco de ellos soldados de Ankara.

Los problemas para los Estados Unidos finalmente han llegado también al campo diplomático. Las discusiones que comenzaron en enero en Qatar con los talibanes parecen haber llegado a un callejón sin salida. Los representantes del movimiento que se opone a la presencia estadounidense suspendieron las conversaciones acusando a Washington de querer ganar tiempo sin enfrentar temas fundamentales. El vocero de la Casa Blanca respondió insistiendo en el compromiso de continuar las tratativas. Mientras tanto el militar acusado de ser el presunto responsable de la masacre de Kandahar habría sido trasladado a Kuwait.