Mientras tanto, Irak se encuentra en un estado de agitación política.

El lunes, el gobierno iraquí, dirigido por los chiíes, libró una orden de arresto contra el Vicepresidente Tareq al-Hashemi, un musulmán suní, por presuntos vínculos con asesinatos y atentados con bombas. Algunos analistas temen que este incidente empuje a Irak nuevamente a enfrentamientos sectarios entre chiíes y suníes. Hashemi acusó al gobierno iraquí de no impulsar la reconciliación entre grupos sectarios.

Tareq Al-Hashemi, Vicepresidente suní de Irak, declaró: *»(La reconciliación) es uno de los proyectos en los que el gobierno ha fracasado y… la razón es que no hay intenciones reales de lograr la reconciliación nacional. No hay voluntad real para la reconciliación»*.

En el día de hoy, el Vicepresidente Tariq al-Hashemi negó haber cometido delito alguno.