La declaración de Panetta pone fin en los hechos a la guerra de Irak dos semanas antes de lo previsto por el plazo para el retiro de las tropas, que vencía a fin de año.

Estados Unidos deja en el país una embajada y estructura diplomática de seis mil millones de dólares, que serán dirigidas por el Departamento de Estado y cuyo personal estará integrado por miles de contratistas privados.

En una ceremonia en Fort Bragg, Carolina del Norte, el Presidente Barack Obama rindió homenaje a un contingente de tropas que regresaron.

El Presidente Obama dijo: *“Como su comandante en jefe y en nombre de una nación agradecida, estoy orgulloso de decir finalmente estas palabras, y sé que sus familias están de acuerdo: bienvenidos a casa, bienvenidos a casa, bienvenidos a casa»*.