En Madrid se prevé que varias columnas
saldrán de los barrios y confluirán a las seis de la tarde en la plaza de Cibeles,
en Barcelona llegan a las siete de la tarde, a Plaza de Cataluña. Y lo mismo en
Elda (Alicante), en Gran Canaria, en Ourense… y otras 60 ciudades y pueblos
españoles.

Pero también en Tijuana (México), Anchorage (Alaska, EEUU), Hong
Kong (China), Johannesburgo (Sudáfrica)… Siendo 350 las protestas
convocadas en unos 45 países de los cinco continentes. Trazando un mapa
amplísimo, al que se siguen sumando manifestaciones y todas bajo el
lema, *»Unidos por un cambio global»*, con el objetivo de enviar un mensaje
contundente a los políticos y a las élites financieras: *»Los poderes establecidos
actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría,
sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar. Hay
que poner fin a esta intolerable situación»* y se lo explica en el manifiesto de la
convocatoria global (traducido a 18 idiomas, desde el japonés al hebreo).

Los
movilizados proponen seguir manifestándose pacíficamente, debatiendo y
organizándose hasta lograr el cambio global que persiguen. Esta es una
convocatoria que nació en España, donde los activistas del 15-M anunciaron
antes del verano que harían una convocatoria europea en otoño (del
hemisferio norte). Vieron en el calendario qué días 15 caían en fin de semana y
se decidieron por el 15O. Así, poco a poco, la convocatoria ha ido creciendo
hasta abarcar medio mundo. Si bien la fecha es próxima a las elecciones
generales españolas del 20-N, se quiere también relanzar las asambleas de
barrio, algo decaídas por el verano. Aunque se siguen celebrando reuniones en
los barrios en las que se debate y reflexiona sobre economía, medio ambiente,
etc.

Y se incluye también lo que va ocurriendo en otros lugares, como las
manifestaciones de Israel, en recuenta estudiantil de Chile, las recientes
marchas de Estados Unidos -algo empieza ya en el Reino Unido -, y la
importante llegada a Bruselas.

Con todo ello, se les recuerda a los partidos que
el movimiento de protestas 15-M sigue vigente y muy activo.

Los portavoces
recalcan que estas manifestaciones son contra los cuatro poderes: el
financiero (incluidos los paraísos fiscales, la banca y las agencias de
calificación), el político (los dirigentes aislados de la gente), el militar (los
ejércitos y la OTAN) y el mediático (grandes grupos y censores de Internet).

Por otra parte, se destaca que aquí no hay consignas, ni lideres carismáticos,
ni cualquiera de los referentes clásicos de las movilizaciones tradicionales;
los organizadores de la protesta mundial (una enorme masa sin forma, que se
auto-coordina con asombrosa eficacia por Internet) dicen: *»Si te preguntan,
¿quién está detrás de esto? Respondemos, yo»*. Centenares de personas
cuentan, dan su testimonio, por las redes sociales de sus motivos para
echarse a la calle el sábado bajo la etiqueta #soy15O (con O de octubre)
diciendo: *»Porque quiero trabajo, no caridad»*, O *»No somos ni de izquierdas ni
de derechas, somos los de abajo y vamos a por los de arriba»*, Y así siguiendo.

Por si quedara poco claro, el movimiento 15-M deja en Internet un completísimo kit para que las marchas del sábado 15-O sean un éxito, donde
se incluye información, propuestas para informar a otros (sugiere *»Habla
con tus amigos, vecino, compañeros de trabajo, o en cola del desempleo…
Cuéntales por qué es importante salir a la calle, por qué no nos representan y
por qué no debemos pagar esta crisis»*) y como contar el evento en Internet.

Además, los convocantes han invitado al escritor José Luis Sampedro (quién a
sus mas de 90 años participa con entusiasmo en las asambleas de su barrio)
y a Federico Mayor Zaragoza, ex director de la UNESCO, a explicar en sendos
vídeos los motivos para tomar el mundo el 15-O *»presencial o virtualmente»*.

Y esto es solo el principio.