Tras atender varias entrevistas se inició una asamblea donde el único punto del día era acampar o aceptar la propuesta de dormir en un edificio en desuso cerca del parque, una antigua facultad (KUB). Una mujer uniformada, con un corazón pintado en la mano, habló en representación de la policia en la asamblea y expuso que la acampada era innegociable. Mientras se mantuvo que se podría desarrollar el Agora Bruselas en el parque con toda normalidad, siempre que fuese en horario diurno.

Se discutieron diferentes propuestas, tanto como para quedarse, como para aceptar la invitación de la Universidad. Al final de la asamblea la policía, con escudos y porras, procedió a rodear a los asistentes, momento en que la tensión se fue incrementando.

Tras rodear totalmente las tiendas, la primera fila de antidisturbios empujó a un grupo de marchantes hasta apartarlos y comenzaron a retirar con fuerza una veintena de tiendas. Una vez retiradas del parque todas las tiendas llegaron más policias, autobuses y unidades con perros en lo que se convirtió en un escenario drámatico diseñado por el operativo policial.

Diversas versiones fueron saliendo del comisario de la policía hacia una veintena de marchantes que se mantenían resistiendo sentados donde antes estaban las tiendas. En diez minutos debían desalojar el parque si no serían arrestados. Se inició un diálogo entre los mismos marchantes para decidir si mantenerse o salir del parque.

La policía inició un dialogo con los manifestantes, que estaban ejerciendo una resistencia pasiva. Se ofreció la oportunidad de deponer la actitud sin que hubiera detenciones. Ante la insistencia en permanecer en el lugar se hizo una última oferta de que la mayoría de la gente se fuera al local ofrecido mientras un pequeño grupo se podía quedar sin montar tiendas. Cuando los manifestantes empezaban a aceptar esta posibilidad la policía cerró aún más el cerco. Un policía se acercó para un último diálogo hablando en castellano. Se le preguntó que ley se estaba violando y contestó que era una manifestación ilegal reunirse en grupos de más de 5. Los manifestantes preguntaron que si se agrupaban en grupos de como máximo 5 personas habría algún problema y la respuesta fue que no. En ese momento los manifestantes se levantaron y se abrazaron de 5 en 5 no pudiendo alejarse los grupos por la presión del cerco policial. Los policias reaccionaron sorprendidos y sonrieron desconcertados pero al cabo de varios minutos recibieron la orden de cargar.

Mientras se seguía discutiendo entre los marchantes la policía intervino con dureza. Usaron gases para reducir a los sentados pacíficamente y con empujones, porrazos, golpes de escudo e incluso alguna mordedura de perros los fueron subiendo a dos autobuses. Se contabilizan 48 retenidos que han sido trasladados a la comisaría de la calle Caserne en el barrio de Etterbeck donde permanecerán 12 horas con cáracter de retención administrativa.

La violencia utilizada contra las marchas pacíficas ha corroborado el acoso y la violencia que ha sembrado el camino por las grandes ciudades el paso de las marchas. París y Bruselas han servido de espejo para el mundo de la represión policial que sigue existiendo por parte de los cuerpos de seguridad contra sus propios contribuyentes.

Hoy, tras el encuentro de las marchas indignadas de España, Francia e Inglaterra con todas aquellas personas que, provenientes de países de todo el globo, habían acudido al parque Elisabeth de Bruselas a celebrar el nacimiento de un nuevo movimiento mundial, los indignados se han topado con diferentes incidentes al respecto de la policía. Después de que esta mañana distintos grupos de personas fueran expulsados del parque, de entre los cuales una persona fuera detenida, los participantes en el ágora Bruselas se han visto rodeados por la policía antidisturbios y autobuses preparados para arrestos masivos. Sin el tiempo suficiente para poder realizar una asamblea, donde las distintas voces fueran escuchadas, la marea policial ha cercado a las personas allí reunidas en el lugar. La mayoría, del más de medio centenar de personas, ha seguido debatiendo sobre las opciones sin dejar de perder el espíritu festivo y reivindicativo. Sin embargo dicho espíritu no ha podido durar mucho, pues la policía ha cargado, arrestando y agrediendo a más de 40 personas.