Los tres encapuchados que comparecen en nombre de la organización
terrorista para decir adiós a las armas tras 43 años de terror y más de 800 víctimas,
hacen además un llamamiento a los Gobiernos de España y Francia *»para abrir un
proceso de diálogo directo»* destinado a solucionar *»las consecuencias del conflicto»*.

Poco después comparece el presidente del gobierno comentando el hecho, el lider de
la oposición, el lendakari (jefe de gobierno regional) del país vasco y demás lideres
políticos, comentando la ansiada noticia.

Para unos desconcierto, para otros, algo acordado, o por lo menos, una buena noticia.
Triunfo de la sociedad, triunfo de la democracia, es como se responde desde las
diversas organizaciones a este esperado anuncio de fin del terror en el país vasco, en
el norte de España.

Ayer, 20 de octubre, a las 19 hs. ETA comunica en el periódico vasco Gara un texto
y vídeo – con su clásica escenografía de encapuchados de boina negra y máscara
blanca, en una mesa frente a su insignia y diversas banderas – con un breve discurso
de 2 minutos y medio (en castellano) declarando el fin de su lucha armada…

Algo que se esperaba, pues seria la respuesta pertinente a lo que viene pidiéndole
medio mundo (entre ellos sus propios adherentes, presos y libres), y recientemente,
una conferencia internacional (por ello, en inglés, que les será más claro que en
euskera, habrán pensado los notables).

No han hecho alusión a disolverse, ni a entregar las armas y ni a pedir perdón a las
víctimas, algo inaceptable para muchos.

De modo que esto es incompleto, aunque es un avance importante, se admite en
general, y, para el gobierno, que esta detrás de este momento desde hace tiempo, es
algo satisfactorio aunque imperfecto.

Así, al parecer, hay una ola de *‘sin violencia’* que campea en las mentes de los que
hacen protestas y reclamos. Es un avance, quizás por *‘el imperio de las circunstancias’*
o por la evidencia de la falta de efectividad de la vía violenta, pues ¿qué hemos
conseguido? se preguntaran varios.
O, simplemente, han comprendido, que ¡a la gente no se la mata!, que un ideal, una
causa reivindicativa, no justifica atropellar al otro.

Mejor por la vía pacífica y de las urnas. Hoy el partido independentista tiene más
concejales en Euskadi que ningún otro partido… Además, ha cambiado el mundo,
aceleradamente, y hay que encajar en él.
A nivel internacional, la noticia del fin de la violencia es bien recibida, aunque
con cautela, hay quien no la quitara de la lista de grupos terroristas. Destacan la
colaboración entre los estados español y francés. Es un ‘adiós a las armas’ pero con
complicaciones.
Todo se produce en medio de la crisis del desempleo, las deudas, el défict, la
descalificación de agencias internacionales, las huelgas, las manifestaciones, los
desahucios, los recortes y las próximas elecciones en noviembre.

Ha habido un avance sin duda, pero queda mucho camino por andar. Declaran el fin
de la lucha armada (que suena a una antigüedad), toda una promesa y declaración de
intenciones, empieza una nueva etapa. Qué menos.