Alrededor de 17.000 participantes tuvieron las marchas que se realizaron en forma simultánea en distintos barrios de Tokio, según lo informado por el canal de televisión nipón NHK, corendo *»No necesitamos Fukushima»*.

Las ocho organizaciones convocantes replicaron su llamado utilizando las redes sociales de internet para poder llegar capilarmente a todos los interesados en sumarse a la movilización.

Por primera vez se hizo pública la noticia de que otras dos instalaciones nucleares, la de Hamaoka y la de Nagoya, corren un alto riesgo por estar ubicadas en zonas de elevada actividad sísmica.

Mientras el ministro de Agricultura japonés Michihiko Kano, visitó las zonas mas afectadas por el sismo y tsunami del 11 de marzo último para dialogar con los agricultores, los manifestantes señalaron que el gobierno debe revisar sus políticas energéticas.

La marcha confluyó ante la sede de la TEPCO, cuyos empleados pidieron disculpas por los problemas causados en Japón mediante un comunicado entregado también a la prensa.

Según cifras aproximadas, más de 20.000 hectáreas cultivables quedaron inservibles por los altos niveles de contaminación, con lo cual se ve afectada la producción de unas 400.000 toneladas de arroz anuales.