Al menos seis personas murieron y más de mil resultaron heridas en el ataque. Luego se usaron topadoras para arrasar con los campamentos utilizados por los manifestantes. Las fuerzas estatales también se desplegaron para rodear los barrios chiíes. Los líderes de la oposición están pidiendo una investigación de la ONU sobre la ofensiva y la retirada de todas las fuerzas extranjeras desplegadas por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos para apoyar al gobierno bahreiní. Estados Unidos se negó a condenar el ataque del gobierno bahreiní contra los manifestantes.