*»No toquen mi tierra. ¡Es mi vida!»*, fue el título elegido por las ONGs Enda y Oxfam para denunciar *»el acaparamiento de tierras por parte de grupos extranjeros, europeos, asiáticos»*, pero también por *»africanos pudientes»*.

En nombre de Oxfam, el senegalés Lamine Ndiaye recordó «los casos precisos de una compañía libia que adquirió 200.000 hectáreas en Mali, una empresa privada británica que compró terrenos en Tanzania» y otros ejemplos en Senegal, Ghana, Mozambique y Etiopía.

Según un informe del Banco Mundial, entre agosto de 2008 y octubre de 2009, se adquirieron 42 millones de hectáreas en los países del sur. Pero los inversores del norte y las élites del sur implicados en este acaparamiento hacen sobre todo adquisiciones con fines especulativos, sin invertir en la agricultura.

La nota saliente de la jornada de ayer la brindó el ex presidente brasileño Inácio Lula da Silva. Lula, un referente del FSM nacido hace once años en Porto Alegre (Brasil), se reunió con la líder socialista francesa Martine Aubry y se entrevistó por la tarde con el presidente senegalés Abdoulaye Wade. Al inicio del encuentro con Aubry, el ex presidente brasileño destacó la necesidad de *»un nuevo modelo de desarrollo»* para el mundo.

El domingo, en la apertura del FSM, el presidente boliviano, Evo Morales, aseguró que el capitalismo *»agoniza»* y señaló que la *»rebelión de los pueblos árabes es «contra el imperialismo norteamericano»*.