Cuando dos de los sujetos más ricos de USA, Bill Gates y Warren Buffett, organizaron una cena privada para conversar con otros multimillonarios norteamericanos en la ciudad de Nueva York, fue dificil imaginar que el tema que reuniría a David Rockefeller, uno de los anfitriones, con el alcalde Michael Bloomberg y la conductora de televisión Oprah Winfrey, sería la filantropía.

Durante esa cena, Gates y Buffet dieron inicio a la mayor recaudación de fondos que ha tenido lugar en la historia. Si bien dieron la bienvenida a todo tipo de donadores, su objetivo directo han sido los multimillonarios, ya que esperan que ellos donen enormes cantidades para diferentes obras de caridad. Se han propuesto que los personajes más ricos de los Estados Unidos, comenzando con la lista de Forbes que enumera a Los 400 estadounidenses más ricos, prometan donar al menos el 50% de sus ingresos netos a distintas obras de caridad, ojalá en vida o si no después de su muerte.

Desde el 2006 Warren Buffett ha dado a la fundación Bill & Melinda Gates Foundation 6.400 millones de dólares, sin contar el aporte realizado durante el año 2010. Esta fundación ha manejado las donaciones de Buffett con las enormes cifras de las contribuciones de los Gates para incrementar su nivel de donaciones a 3.000 millones de dólares anueales, atendiendo fundamentalmente proyectos de salud en todas partes del mundo. Un ejemplo de ello es Medicines for Malaria Venture, fuertemente financiada por la Fundación Gates, que se alió con la compañía farmacéutica Novartis para desarrollar pastillas contra la malaria con un sabor agradable y distribuirlas en veinticuatro distintos países a millones de niños, principales víctimas de esta enfermedad.

Se dice que el valor neto, en el año 2009, de los integrantes de la lista de Forbes 400 era alrededor de 1.2 billones de dólares. Si esos 400 multimillonarios dieran la mitad de su valor neto en vida o después de su muerte, el total estimado sería de 600.000 millones de dólares. Y esa es la cantidad colosal mínima que Buffett y Gates se han propuesto recaudar.

Los Gates consideran esta campaña de lograr que los ricos donen el 50% de sus ingresos como un proyecto personal, no de la Fundación Gates. Melinda desde el principio insistió en que fueran invitadas las parejas de los multimillonarios, pues aunque son los hombres quienes hacen el dinero, ellas son en los hechos sus guardianas, y ellas apoyarían con seguridad cualquier proyecto filantrópico porque las afecta directaemnte a ellas y a sus hijos, especialmente si se trata de proyectos del área salud. Pero las áreas que son financiadas por la filantropía norteamericana comprenden también educación, cultura, ambiente, políticas generales, pobreza, etc..

Bill y Melinda Gates han estado conversando sobre el incremento del aporte a proyectos de este tipo con filántropos reunidos en Londres, en India y también en China. Así, los Gates, están siendo más conocidos por la filantropía que por el software, gracias a esta campaña de solicitar a los multimillonarios que coloquen su dinero donde dirigen sus palabras, aportando al menos la mitad de su dinero en vida. Ya se han comprometido a hacerlo el alcalde de New York City Michael Bloomberg, así como el magnate T. Boone Pickens, Ted Turner, y el director de IAC (que lanzó The Daily Beast) Barry Diller.

Nunca antes se habían comprometido tantas donaciones, las que durante el 2011 se estiman podrían alcanzar a $150 mil millones de dólares.