Aung San Suu Kyi, conocida simplemente como La Dama por los birmanos y como la
Mandela de Asia fuera del país, está a punto de recobrar la libertad. La orden ha sido
firmada para que expire su arresto domiciliario. Sus seguidores esperan que pueda
abandonar este sábado la casa donde se encuentra incomunicada en Rangún, la principal
ciudad del país.

De acuerdo a las fuentes de la LND, la Nobel de la Paz será trasladada a lo largo del día
a la antigua sede del partido, donde ya se están concentrando decenas de seguidores de
La Dama, como Suu Kyi es conocida popularmente por sus partidarios. La mayoría de
los activistas lleva camisetas recién impresas con el lema: «Estamos con Aung San Suu
Kyi», pues la ley birmana les prohíbe mostrar las siglas de la LND después de que la
formación fuera disuelta hace unos meses.

La premio Nobel de la Paz podrá abandonar su encierro después de su última
detención. En aquella ocasión, en una de las últimas entrevistas que pudo conceder,
la esperanza democrática de los birmanos aseguraba a ElMUNDO.es que su sacrificio
era insignificante comparado con lo sufrido por sus compatriotas. «Yo arriesgo mucho
menos y mis sacrificios son siempre menores comparados con los de mi pueblo», decía.