Han pasado 25 días del episodio del Aeropuerto de Barajas (1), donde a Ada Ghiara (mi madre) le fue denegado su ingreso a España junto con mi hermana Lucía Rodríguez.

Se me hace complicado redactar esta nota ya que lo sucedido hasta ahora trasciende lo personal, por la gente que ha sido y sigue siendo expulsada de España, por la gente que se ha ido implicando, ayudando en lo que puede y como puede, por la gente que siente la impotencia en un mundo que se encierra en su estupidez.

Durante todo este tiempo se difundió la noticia gracias al interés que despertó el caso en los medios de comunicación, y así miles de personas como nosotros, se indignaron por la forma y el fondo del tema, ¿Cómo pueden echar atrás a una abuela de 88 años apelando a requisitos que sólo están ahí para su uso arbitrario? ¿Qué temen que pueda hacer? ¿Por qué ese trato a ciudadanos argentinos, cuando no se bloquea el acceso a los ciudadanos españoles en Argentina? Todas estas preguntas se hacían manifiestas en los cientos de artículos que se han ido publicando en ambas orillas (Basta colocar Ada Ghiara en el buscador Google para observar la gran cantidad de opiniones vertidas sobre este incidente).

Estos días pasados, he escuchado y he leído muchos puntos de vista, pero sinceramente ninguno me ha tranquilizado, porque quizás el tema se olvide… quizás se resuelva, permitiendo a mi madre volver a España, incluso con algún efecto propagandístico, o lo más seguro, que tengamos con mi familia que intentar solventar los “requisitos” como podamos, sin ninguna garantía de lo que pueda resultar después de tanto alboroto, ya que no sabemos aún la penalización que significa este tipo de expulsión, en fin, la indefensión institucional en este momento es grande.

Me siento muy agradecido por la infinidad de gente que se ha solidarizado, pero creo que el tema, merece más profundidad, este hecho ha despertado conciencia social sobre un conflicto frecuente y encubierto en los aeropuertos españoles, por lo que no llegaba al gran público, sólo a los afectados y sus allegados.

HACIA DÓNDE VAMOS

He reflexionado mucho sobre esta particular situación, y me atreveré a compartir con ustedes lo que creo sucederá… aunque parezca una ensoñación de una noche de verano, sinceramente es lo que creo.

Nos encaminamos hacia una verdadera Nación Humana Universal, donde las fronteras, tal como las conocemos hoy, se irán desdibujando para convertirse en puentes de unión entre los pueblos y las culturas. El dinero como valor central sobre todas las cosas, desaparecerá dejando ese espacio por primera vez al Ser Humano, no como retórica, sino como el modo práctico del vivir de cada día.

La economía entre tanto encontrara su razón de ser, permitiendo a las personas iguales derechos e idénticas oportunidades. Los pueblos seguirán moviéndose por todo nuestro planeta, pero para ayudar e impulsar a las zonas menos favorecidas. Los ejércitos por tanto tomarán un nuevo rol, convirtiéndose en estructuras de ayuda en la prevención de desastres naturales y situaciones de emergencia, las armas se transformarán en recursos que permitirá la educación plena de las poblaciones, garantizando también la salud de todas las generaciones.

En pocas palabras, siento que está llegando una nueva época, donde los valores se universalizan a favor de las personas, dejando por primera vez el uso de la violencia en todas sus formas (física, económica, racial, sicológica, religiosa, sexual) como modo de imposición y coacción de un ser humano sobre otro ser humano… Mil imágenes pueblan mi cabeza y mi corazón se expande con este sentir…

Con esta forma de pensar y de sentir no es de extrañar que me haya despistado de los “requisitos” migratorios que debería tener mi madre, como tampoco es de extrañar que aproveche esta columna para hacer mi denuncia más fuerte por el total desacuerdo con esos procedimientos, “requisitos” y leyes de extranjería.

QUÉ HACEMOS AHORA

¿Y cómo sucederá que lleguemos a este mundo futuro del cual no tengo ninguna duda? Creo que tenemos dos vías… la vía mas larga o natural, y ésta puede ser muy, muy larga… o una vía mas corta e intencional… que creo es la que debemos atender y…, en todo caso ¿qué tendríamos que perder?.

Entonces, ¿esta segunda opción de quién depende…? creo que de nosotros mismos, de nuestras verdaderas urgencias y necesidades. Hoy todos, todos nosotros podemos convertirnos en constructores de esa nueva realidad, y para ello es totalmente imprescindible nuestra participación… pero ¿cómo hacer si seguimos encerrados cada uno en nuestro propio mundo?, ¿cómo hacer si vivimos esta realidad alrevés de cómo queremos vivirla?. Sólo puedo dar mi testimonio, nunca pensé que lo que sucedió a mi madre me impulsara a expresarme como ahora lo estoy haciendo con ustedes, sé que algo nuevo está pasando en nosotros, algo nuevo que repudia la violencia y la venganza, y se abre paso para esclarecer hechos, para poner las cosas en su sitio desde otra mirada, desde una nueva valoración… qué eficaz es… que lejos llega… no dejo de sorprenderme…

Cuántas situaciones similares vivimos cada día, no digo ya en los aeropuertos… en los trabajos, en los hospitales y escuelas, en la propia casa, cuántas cosas mal hechas podemos poner sobre la mesa y tomar cartas en el asunto desde una nueva perspectiva de la vida, creo que algo nuevo está pasando y mucha mas gente se está expresando en estos momentos desde un nuevo sentir… habrá que estar atentos a esas señales… quizás y ojalá resulte muy contagioso…

Pero volvamos al caso que nos ocupa de Ada Ghiara. La denuncia sigue corriendo de boca en boca, el caso parece que ha sido admitido a tramite por el Defensor del Pueblo en España (2) según confirmación telefónica de la responsable de extranjería, es posible también que algún diputado presente una pregunta al Congreso Español sobre el tema, con lo que eso podría relanzar la denuncia y el pronunciamiento de los partidos políticos en España. He visto en Internet que se informará al Senado de la Nación en Argentina. Las organizaciones argentinas en el extranjero han fortalecido sus reclamaciones tomando este caso como emblema. La prensa sigue ayudando con fuerza para que se resuelva… Y seguramente tu, imaginando que mañana tu madre podría encontrarse en una situación similar, te puedas preguntar acerca del mundo que quieres realmente vivir y compartir con otros.

(1) La abuela de 88 años, detenida, incomunicada y expulsada de España, es mi madre. Artículo publicado en www.globatium.com el 8/07/2010

(2) Bienvenida Señora Parker… (Para Ada Ghiara). Artículo publicado en www.globatium.com el 15/07/2010