Para Emir Sader, la gran tarea tras el periodo de resistencia que ha marcado la última década es ir más allá: «La crisis no ha acabado con el modelo neoliberal, y eso no ocurrirá sin que existan alternativas, que hay que construir. La resistencia eterna es un camino de derrotas».
En su opinión, para continuar teniendo relevancia, el Foro Social Mundial no debe temer a la política, y debe lidiar con temáticas estratégicas: «Al hacerlo así, el FSM no va a dejar de ser lo que es», resaltó.

Según Sader, a lo largo del tiempo, cuestiones importantes como la propia crisis económica y las guerras no han recibido el tratamiento que merecían: «En 2003 llevamos a cabo una gran movilización contra la invasión de Iraq, y después olvidamos el asunto», criticó.

Más optimista, el francés Gustave Messiah conmemoró una gran victoria del FSM: la no aceptación de la evidencia neoliberal. «Hoy, excepto por lo que dice la prensa especializada, la batalla de las ideas ha sido vencida por lo social. En 2008, la crisis financiera confirmó las ideas desarrolladas por el Foro Social Mundial», afirmó.
No obstante, apuntó también a la necesidad de avanzar: «Copenhague demostró que es preciso cambiar radicalmente el ideario capitalista, no basta con derrotar al neoliberalismo».

Como camino para cumplir la difícil tarea, propone la articulación unitaria de los movimientos sociales. «Debemos converger y preservar la diversidad de respuestas», concluyó.

*Autoría: Rita Casaro – Ciranda (http://www.ciranda.net)

*Traducción al español: Pilar Royo*