Era una tarde lluviosa en la Cordillera de los Andes; el 15 de noviembre de 2008, hace exactamente un año. Estábamos en el último día del Simposio «La ética en el conocimiento», impulsado por el Centro Mundial de Estudios Humanistas. Las palabras de Salvatore Pulleda, humanista y académico italiano, resonaban en la ceremonia del «compromiso ético» que clausuró el encuentro realizado en el Parque de Estudios y Reflexión Punta de Vacas.
Toda aquella atmósfera aportaba un sentido profundo al recién lanzado proyecto de transformar Pressenza en una agencia internacional de noticias. Una conversación rápida con una de las coordinadoras del proyecto, la chilena Pia Figueroa (junto a la italiana Loredana Cici), era suficiente para sumergirnos de lleno en la creación de una agencia mundial. El reto era producir noticias para los medios de comunicación, en una línea editorial de paz y no violencia.

Hasta entonces Pressenza era una agencia de Milán, llevada por un pequeño grupo de comunicadores europeos. Ahora, el reto era mucho mayor: llevar esa línea editorial innovadora a todos los continentes, y eso sin contar con demasiados recursos materiales y con un equipo inicial reducido, de no más de una docena de profesionales. Después comprendí que la oportunidad de participar en la agencia daba un nuevo sentido a mi trabajo como periodista.

Los comienzos no fueron fáciles: partimos prácticamente de cero. Durante los primeros meses tuvieron lugar muchas conversaciones y pruebas, pero a principios de 2009 comenzamos a publicar los primeros comunicados. La red de colaboradores comenzó a aumentar, y en poco menos de un año tras el inicio de las actividades es impresionante observar que contamos con la participación de periodistas, fotógrafos, filmadores y demás profesionales de las áreas de suscriptores e informática.
Por otra parte, el equipo de suscripciones atrajo un número cada vez mayor y más diversificado de suscriptores a la agencia. Además, fue concretando acuerdos de cooperación con decenas de otras agencias y medios, inclusive algunas televisiones, que pasaron a interesarse por el contenido pionero de Pressenza. Al mismo tiempo, el equipo técnico fue perfeccionando los sistemas de publicación y de envío de información de nuestra agencia. ¿Cómo pudo hacerse todo eso en tan poco tiempo?

Es difícil apuntar a una única razón, pero creo que compartimos esta motivación de producir noticias e imágenes para ayudar a crear conciencia de la paz y la no violencia a través de los medios de comunicación; ese contenido que tanta falta hace a los medios que hacen hincapié únicamente en la violencia y la tragedia, dejando de lado los avances —que no son pocos— en el sentido de superar la violencia en todas sus formas.

**Principales reportajes**

Parece que no, pero descubrimos una fuente interminable de noticias positivas sobre la no violencia. Comenzamos con la cobertura de las actividades y los eventos de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, uno de los acontecimientos más destacados del año. Vivimos momentos importantes, como la cobertura de las ceremonias de las bombas de Hiroshima y Nagasaki en más de trescientas ciudades del mundo, incluyendo las ciudades japonesas azotadas por la catástrofe nuclear.
Igualmente, atravesamos momentos importantes como los actos y discursos del presidente Obama a favor del desarme nuclear. Paralelamente, fuimos descubriendo una serie de proyectos y actividades de organizaciones locales que no encontraban espacio en la prensa general.

El día 2 de octubre asistimos al lanzamiento de la Marcha Mundial en centenas de ciudades, coincidiendo con el Día de la No Violencia, declarado por la ONU. En ese momento contábamos ya con una impresionante red de cientos de colaboradores y traductores que publicaban comunicados e imágenes en cinco idiomas. Dimos cobertura sobre acontecimientos de paz y no violencia en regiones en conflicto, como las fronteras de la India y Paquistán, Corea del Norte y Corea del Sur, e Israel con Palestina.

Hasta llegar a la reciente cobertura especial de los Premios Nobel de la Paz, que coincidió con la celebración de los veinte años de la caída del Muro de Berlín. Nuestros colaboradores estuvieron al lado de referentes de la paz y de la no violencia como Mikhail Gorbachov, Mohamad Yunus, Lech Walesa y tantos otros, publicando textos e imágenes en tiempo real.

En el mismo acontecimiento acompañamos el pronunciamiento de Silo, Mario Rodríguez Cobos, fundador del Humanismo Universalista, y su referencia fundamental a la «Carta por un mundo sin violencia».

Solo nos resta desear que Pressenza tenga una vida larga, a no ser que en un futuro próximo la humanidad consiga dejar atrás la violencia y las guerras en todas sus formas, porque en ese momento daríamos nuestra misión por terminada. Pero como todavía no es el caso, aún nos queda un importante y motivador trabajo por delante.

Traducción: Pilar Royo