Pacifistas Sin Fronteras (PSF) y Federico Mayor Zaragoza, condenaron este hecho en la primera jornada de esta Cumbre de Paz, que se desarrollará hasta el domingo.

«No podemos tolerar que a diario mueran de hambre (en el mundo) más de 60.000 personas», afirmó Mayor Zaragoza, durante su intervención mediante una videoconferencia desde la sede de su Fundación para una Cultura de Paz, en Madrid.

El político y científico español es uno de los 31 expertos y activistas de 20 países invitados a participar, de manera virtual o presencial, en este encuentro, inaugurado hoy por el alcalde de Bogotá, el izquierdista Samuel Moreno, y el superior de los jesuitas en Colombia, Francisco de Roux.

El objetivo es originar una «movilización ciudadana» por la paz e incluye la adopción del llamado «Manifiesto de Bogotá: por una sociedad pacifista» y la postulación al Premio Nobel de Paz de los pueblos indígenas Arhuaco, Wiwa, Kogui y Kankuamo, ancestrales de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte de Colombia.

Durante cuatro días, los expertos harán además propuestas en favor de salidas a la crisis humanitaria y al conflicto armado interno colombiano, así como para alcanzar la paz en el mundo.

«Tenemos que batallar plenamente para que pasemos progresivamente de este gran, desaforado, desmesurado gasto militar a inversiones en energía renovable, en alimentación», consideró el ex director de la Unesco en el período 1987-1999.

En el mismo sentido se expresó el director de PSF, el colombiano Guillermo Solarte, tras advertir de que sólo una parte del «colosal presupuesto de armamento» del mundo puede financiar la solución de las crisis de hambre, salud y educación que padece el mundo.

Pero Solarte se mostró menos optimista al observar que la lógica armamentista es una respuesta a la necesidad de mantener, con el uso de la fuerza, un sistema de dominación mundial «en el que las ínsulas de opulencia y despilfarro insostenible están conectadas a los océanos de pobreza y necesidad».

«La pobreza vuelve a un país objetivo militar», apuntó el director de Pacifistas por la Paz, quien se desvió de quienes defienden el armamentismo con la teoría del equilibrio, la que expone que todos deben tener más o menos la misma capacidad bélica para que el mundo no explote.

El activista colombiano rebatió ese planteamiento con la observación de que la sola capacidad militar del Reino Unido «puede acabar con el mundo», una realidad a la que Mayor Zaragoza exigió poner fin de una vez.

Desde la Cumbre Mundial de Paz «queremos, claramente, de una vez por todas, decir que la transición desde la imposición, la violencia, la fuerza, la guerra, al diálogo, la conciliación y la paz ya no puede aplazarse más», expresó Mayor Zaragoza.

«Tenemos que prepararnos para la paz», insistió el pacifista español, al reconocer como pasos importantes en procura de la conciliación las decisiones del presidente estadounidense, Barack Obama, de cancelar el proyecto de escudo antimisiles en Europa y ponerse a la cabeza del desarme nuclear, considerado por Mayor Zaragoza como una exigencia ética de su generación.

El científico dijo que son pasos que le permitirán a la humanidad pasar de una economía de guerra a una basada en el desarrollo global sostenible, de una situación secular de fuerza a una de conciliación a través de las Naciones Unidas y de un sistema multilateral en el que estén todos los países, no sólo los poderosos.

«Vamos a construir la paz, porque éste es el gran legado que ahora tenemos que dar a las generaciones venideras», afirmó el ex director de la Unesco, para quien esta Cumbre de Paz envía al mundo el mensaje de que «ahora, en estos albores de siglo y de milenio, ha terminado la resignación y la sumisión».

Fuente: EFE