Un año más el 17 de octubre se ha celebrado el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza. En 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas, acogiendo con satisfacción el hecho de que el 17 de octubre algunas organizaciones no gubernamentales, por iniciativa de una de ellas -el Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo, con sede en Francia- había celebrado en muchos estados el Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema, declaró esa fecha Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Los datos contrastan con la propuesta de la ONU hace ya dieciocho años.

ALGUNOS DATOS PARA LA REFLEXIÓN

* Más de 3.000 millones de personas malviven con menos de 1 € al día.

* 5.100 millones de personas viven en países en desarrollo. La población total mundial es de 6.550 millones de seres humanos.

* 8 millones de niños mueren anualmente debido a sus extremas condiciones de vida y necesidad. La mitad de las muertes de niños menores de 5 años a nivel mundial, se presentan en el África subsahariana y son debidas a la pobreza. Cada día mueren 16.000 niños en el mundo a causa del hambre. 150 millones de niños se encuentran afectados de malnutrición. 100 millones de niños viven en la calle en la más absoluta indigencia.

* Actualmente existen más de 2.000 millones de personas anémicas por falta de hierro en su dieta. La población pobre, no llegan a consumir la cantidad mínima de calorías básicas, vitaminas y nutrientes esenciales para gozar de buena salud y crecimiento normal. Un adulto necesita aproximadamente 2.100 calorías por día y los niños necesitan aproximadamente 1.500 calorías.

* 1200 millones de personas no tienen acceso a agua potable.
4 de cada 10 personas en el mundo no tiene ningún acceso a servicios sanitarios. 2000 millones carecen de acceso a medicamentos.

* La enfermedad que más muertes produce en los países empobrecidos es la simple diarrea. Le siguen las enfermedades respiratorias, sarampión y malaria. La desnutrición combinada con la ausencia de prevención aumenta el riesgo de muerte.
1000 millones carecen de vivienda.

LAS PROPUESTAS

En Septiembre del año 2. 000 los principales jefes de estado y de gobierno, reunidos en Naciones Unidas, en la llamada Cumbre del Milenio, se comprometieron a reducir a la mitad, hasta el año 2015, el porcentaje de las personas que viven en la indigencia.

Sus acuerdos fueron:

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre

2. Lograr la enseñanza primaria universal

3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de las mujeres

4. Reducir la mortalidad infantil

5. Mejorar la salud materna

6. Combatir VIH / SIDA, la malaria y otras enfermedades

7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente

8. Crear una asociación mundial para el desarrollo.

LA REALIDAD ACTUAL

La jornada del 17 de Octubre, “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza”, pretende llamar la atención de todos los estamentos políticos y sociales internacionales para la toma de conciencia sobre la deshumanizante realidad que padecen cotidianamente, diariamente millones de seres humanos, en cuestiones muy básicas y primarias de supervivencia: alimentación, sanidad, vivienda y educación. Pero la pobreza no sólo afecta a esas cuestiones básicas de subsistencia humana, sino también a la dignidad humana, a algo más profundo e interior de las personas; la pobreza en términos generales está vinculada a la violencia, la discriminación, la explotación, el fanatismo, la inmigración…

Vivimos en la sociedad más avanzada de la historia, con el mayor desarrollo tecnológico y científico y con el mayor nivel de bienestar para el 15% de la población y, sin embargo, se ha creado el porcentaje mayor de pobres de toda la historia.
Hoy por hoy, vivimos en una sociedad donde las estadísticas antes enumeradas, son muchas veces un frío y distante adorno de la realidad, pero no por ello debe dejar de remover las conciencias.

La erradicación de la pobreza, como tantos otros temas asociados y de plena vigencia en su solución, como los derechos humanos, el pacifismo, el medio ambiente,… son asuntos en los que la falta de compromiso social y político real no pueden justificarse por su catalogación de utópicos, parten casi única y exclusivamente de intenciones y decisiones políticas. Desde un punto de vista economicista y político tan en uso, erradicar la pobreza es mucho más barato y rentable que invertir en armamentos.

En días como hoy, temas como la revisión de los tratados internacionales de libre comercio, las condonaciones de deuda externa o destinar gastos militares para temas sociales, de cooperación internacional y desarrollo de zonas desfavorecidas, se presumen como un simple primer paso para el comienzo de la erradicación de la pobreza.