Trece años después de la apertura oficial para firmas, el Tratado por un África libre de armas nucleares (Tratado de Pelindaba) ha logrado finalmente entrar en vigor con el depósito de la vigésimo octava ratificación de este instrumento por Burundi, el 15 de Julio 2009.

Este importante hito se logró con concertados esfuerzos por parte del Instituto de Estudios de Seguridad en Pretoria, Sudáfrica y el Centro de Estudios por la No Proliferación James Martín con base en Monterrey, así como con el apoyo de varias otras organizaciones, incluyendo la Red Parlamentaria por el Desarme Nuclear (PNND), el Grupo de Investigación e Información sobre la Paz y la Seguridad (GRIP) y el Consejo Mundial de Iglesias (WCC) para promover la ratificación del tratado con el resto de los miembros de la Unión Africana (AU) y Marruecos, quien ha firmado el Tratado sin ratificarlo aún. El Tratado cubre el continente Africano completo, más las islas de los alrededores, asegura que las armas nucleares no serán desarrolladas, ni producidas, ni probadas, ni por otra parte adquiridas o instaladas en ningún país del continente.

La entrada en vigor del Tratado de Pelindaba confirma que África resuelve reforzar el régimen global libre de armas nucleares y contribuye al desarme nuclear internacional y a los procesos de no proliferación como fue destacado por el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana en el 2006. En mas, la declaración de África como zona libre de armas nucleares (NWFZ) significa que todo el hemisferio sur está ahora libre de armas nucleares.

Como otros tratados NWFZ, el Tratado de Pelindaba incluye protocolos a firmar por los cinco Estados con Armas Nucleares (NWS). A la fecha, el Reino Unido, Francia y China han firmado y ratificado estos protocolos, pero la Federación Rusa y los Estados Unidos aún deben ratificarlo. Adhiriendo a estos protocolos NWS se comprometen a respetar el estatus de esta zona.

Principalmente, el Tratado de Pelindaba apoya el uso de la ciencia nuclear con usos pacíficos y a este fin cada Parte conduce toda actividad para el uso pacifico de la energía nuclear bajo estrictas medidas de no proliferación. El renovado interés global en el desarrollo del poder nuclear para generación de electricidad y materiales radioactivos utilizados en medicina significa que la entrada en vigor del Tratado de Pelindaba tendrá un impacto directo en el desarrollo de la energía nuclear en los países africanos. Sudáfrica, Nigeria, Sudan, Egipto, Kenya y Uganda entre otros, ya han señalado públicamente su interés en la energía nuclear como modo para resolver problemas de escasez energética y medio para reducir los cambios climáticos.

De acuerdo al Artículo 12 (Mecanismo de Conformidad) del Tratado, después de su entrada en vigor las Partes acuerdan establecer una Comisión Africana de Energía Nuclear (AFCONE). En complemento con el mecanismo de conformidad la comisión será responsable de alentar programas regionales y subregionales de cooperación para el uso pacífico de la ciencia y la tecnología nuclear.
El establecimiento de ACFONE también alentará a los estados Africanos a tomar responsabilidad por sus recursos naturales y, en particular, por el material nuclear y la protección contra los desechos tóxicos.

Ahora que el Tratado de Pelindaba ha entrado en vigor, los Estados Partes urgirán a la Unión Africana a convocar a una Conferencia de todas las Partes (como está convenido en el Tratado), para establecer el camino a seguir. Organizaciones de la Sociedad Civil como el ISS continuarán promoviendo este universalismo animando a los 24 países firmantes a ratificar.

Los países firmantes son: Angola, Camerún, República de África Central, Cabo Verde, Chad, Comoras, Congo, Djibouti, República Democrática del Congo, Egipto, Eritrea, Ghana, Guinea Bissau, Liberia, Nigeria, Seychelles, Sierra Leona, Somalia, Sao Tome y Príncipe, Sudan, Túnez, Uganda y Zambia, como también el área conocida como República Árabe Saharaui Democrática. La Unión Africana, Estados Miembros, y organizaciones de la Sociedad Civil Africana también necesitan urgir a la Federación Rusa y a los Estados Unidos a ratificar los relevantes Protocolos.

La entrada en vigor del Tratado de Pelindaba, luego de un largo atraso, ahora encuentra la oportunidad de enviar un claro mensaje para Mayo 2010, fecha de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT), de que África está totalmente comprometida con el Desarme Total y la No Proliferación a nivel global en el continente africano.

*Amelia Broodrik y Noel Stott. Programa de Gestión de Armamento, ISS, Pretoria*