En la actualidad, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, trata de presionar a algunos de los demócratas para que cambien su postura y voten una nueva versión del proyecto, que también incluye un aumento de fondos para el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lynn Woolsey, congresista demócrata por California, afirma que la Casa Blanca amenazó con retirar su apoyo a los nuevos congresistas demócratas opositores a la guerra que no votaran el proyecto. Para impedir la aprobación del proyecto, es necesario que 39 representantes demócratas se unan a los republicanos opositores.