En el día en que se conmemora a las mujeres, destaca el tipo más prehistórico de violencia que se ejerce sobre ellas: el femicidio, el crimen contra la mujer por parte de sus parejas. ¡58 mujeres en el año 2008 y 8 en un año que recién comienza!

Una forma de reaccionar es apuntar el dedo acusador, fomentar el juicio y la venganza, que es la forma habitual. No es de extrañar esta conducta, cuando en la base de nuestras creencias está el ojo por ojo, es decir, resolver los conflictos haciendo sufrir al otro aquello que el otro nos ha hecho sufrir a nosotros. ¡Cuan profundamente arraigada está en la cultura occidental la estructura de la venganza!.

También se pueden ver los Femicidios como consecuencia de un modelo inhumano, centrado en los valores de la ambición, el poder, la competencia, el éxito y el dinero. Hemos podido constatar a través de nuestro trabajo con imputados por Violencia, que ellos son un eslabón más de la cadena de violencia de esta sociedad, especialmente la violencia económica.

En este momento de crisis económica, hay que estar especialmente atentos al aumento de la violencia. Hay que reconocer el fracaso del modelo patriarcal y del tipo de económico que propicia la violencia, pero además hay que revisar los paradigmas, es decir las profundas creencias, que sustentan estos modelos.

A los líderes de nuestro país les solicitamos utilizar los talentos no sólo para ver si bajan o suben la taza de interés, cómo paliar el desempleo o solucionar el endeudamiento, todas soluciones parches; sino reconocer el fracaso profundo del modelo y dedicarse a construir una nueva alternativa.

A las mujeres nos corresponde protagonizar la construcción del nuevo modelo. A los hombres les pedimos que reflexionen acerca del fracaso de la cultura machista y desarrollen una mirada de paridad hacia las mujeres.

Nunca está tan oscuro como cuando va a amanecer… sintonicémonos con el nuevo mundo al que aspiramos.