2 de marzo: los etíopes celebran la victoria de Adwa sobre la invasión de la Italia colonial en 1896 y los coreanos conmemoran el Movimiento del 1 de marzo de 1919, la Declaración de Independencia de Corea de la ocupación japonesa.

Ambas historias son similares: anticolonización, un triunfo definitivo de la soberanía hace más de un siglo.

Según los historiadores mundiales, la batalla de Adwa en 1896 fue una victoria etíope sobre el ejército italiano que puso fin al intento de Italia de colonizar Etiopía. Aseguró la independencia de Etiopía y la convirtió en el único país africano que nunca fue colonizado. El ejército etíope, liderado por el emperador Menelik II, derrotó a las fuerzas italianas y eritreas lideradas por Oreste Baratieri, oficial militar y administrador colonial italiano. La batalla tuvo lugar en la región de Tigray, en el norte de Etiopía.

Etiopía.

La victoria puso en duda la idea de que los europeos eran superiores y podían gobernar toda África y supuso la primera gran derrota de una potencia europea a manos de las fuerzas africanas durante la época colonial. Más tarde se convirtió más tarde en un símbolo del panafricanismo e inspiró un sentimiento de nacionalismo en Etiopía y también en otros países africanos. La batalla se libró durante el auge del colonialismo y el imperialismo europeos, período en el que las potencias europeas dividieron África y explotaron los recursos africanos para enriquecer sus economías y su desarrollo industrial a expensas de las sociedades colonizadas. Desde 1886, Etiopía celebra la victoria con una fiesta nacional el 2 de marzo.

El académico etíope Mesay Berhanu Gemechu afirma que la victoria de Adwa no es solo motivo de orgullo para los etíopes, sino también para los africanos y la población negra de todo el mundo:
«Por supuesto, la raza fue especialmente importante en la definición de la victoria de Adwa, ya que fue la primera victoria negra sobre la potencia colonial blanca tecnológicamente avanzada que era Italia en ese momento. Ha tenido un efecto dominó mucho más amplio en otros países africanos en su lucha por lograr la independencia de la subyugación colonial. Aun así, es lamentable que no haya sido ampliamente reconocida, a pesar de su profundo significado histórico.

Incluso como etíope, no entendí la magnitud de su impacto global hasta que comencé a investigar el tema en preparación para un proyecto de película documental sobre la victoria de Adwa. Pero al final, Adwa no debe reducirse solo a la raza, ya que podría tener una implicación mucho más amplia en términos de la lucha por la libertad y la victoria final de los oprimidos que todavía tienen una causa justa, aunque generalmente se los considere como más débiles frente a las potencias más civilizadas y tecnológicamente avanzadas del mundo. Por lo tanto, la lección de Adwa sigue siendo relevante para cualquiera, independientemente del color de la piel y de las distinciones en términos de poder económico, tecnológico o militar».

Monumento a los veteranos etíopes de la Guerra de Corea en Chuncheon, Corea del Sur.

El abuelo de ;Mesay fue un veterano de la guerra de Corea, graduándose en la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros (HUFS) de Seúl, Corea del Sur, en el área de estudios de desarrollo internacional centrados en África.

En Corea del Sur, un movimiento similar contra la colonización japonesa se inició el 1 de marzo de 1919, cuando 33 activistas coreanos que formaban el núcleo del movimiento se reunieron en el restaurante Taehwagwan de Seúl. Leyeron en voz alta la Declaración de Independencia de Corea, redactada por el historiador Choi Nam-Seon, firmaron el documento y enviaron una copia al gobernador general, máxima autoridad de la ocupación japonesa.

Después de leer la declaración, los líderes del movimiento llamaron por teléfono a la comisaría central, informaron a la policía de sus acciones y fueron arrestados públicamente.

El movimiento, que comenzó en Seúl y pronto se extendió por todo el país, se consideró un punto de inflexión en la resistencia de Corea, ya que provocó la celebración de manifestaciones antijaponesas en todo el país. Los reprimidos sentimientos antijaponeses de los coreanos se liberaron en una gran explosión, y se produjeron manifestaciones masivas en muchas partes del país, formando las mayores manifestaciones de protesta nacional contra el dominio extranjero en la historia de Corea.

La policía y los soldados japoneses mataron a unas 7000 personas y 16.000 resultaron heridas. 715 casas particulares, 47 iglesias y 2 edificios escolares fueron destruidos por el fuego. Aproximadamente 46.000 personas fueron arrestadas, de las cuales unas 10.000 fueron juzgadas y condenadas. Antes de que los japoneses acabarann de reprimir el movimiento 12 meses después, aproximadamente 2.000.000 de coreanos habían participado en más de 1500 manifestaciones.

Bandera nacional coreana en Seúl

El 24 de mayo de 1949, el Día del Movimiento del 1 de marzo fue declarado fiesta nacional en Corea. Desde entonces, se ha celebrado con la lectura de la Declaración de Independencia de 1919 en el Parque de la Pagoda de Seúl, el izado de la 태극기 (taegeukgi) —la bandera coreana— en hogares, empresas e instituciones y la organización de diferentes desfiles, conciertos y exposiciones conmemorativas.

Todas las fotos son de Bereket Alemayehu.