Mientras el mundo distrae su mirada con promesas vacías de paz, el Ministerio de Salud de Gaza denuncia que en las últimas 48 horas al menos seis palestinos han sido asesinados por ataques israelíes directos, sumándose a 13 muertes más por hipotermia y colapsos de edificios provocados por tormentas invernales en refugios destruidos por bombardeos previos. Sí, nada más se levantan refugios, estos son bombardeados, quemados, incendiados con la población dentro. Dos bebés, de 29 días y dos semanas, sucumbieron al frío extremo en hospitales como Nasser, donde Médicos Sin Fronteras relata cómo llegan «congelados, con signos vitales al límite de la muerte», víctimas de un bloqueo israelí que impide tiendas de campaña y suministros básicos pese a la tregua de octubre. Si antes los mataban de hambre ahora suman el frío como segundo asesino silencioso. Estas tragedias no son accidentes: son extensiones de un genocidio documentado por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que en informes recientes concluyen que Israel comete actos prohibidos por la Convención del Genocidio, como infligir condiciones de vida destinadas a la destrucción física de los palestinos.

Violaciones sistemáticas al alto el fuego

El Ministerio de Salud gazatí, respaldado por OCHA de la ONU, registra 401 palestinos muertos desde la tregua, con bombardeos en Jan Yunis y Gaza ciudad que el 18-19 de diciembre mataron civiles, incluyendo cuatro en un ataque aéreo este de Jan Yunis. HRW urge un embargo de armas a Israel por «crímenes contra la humanidad y genocidio» en Gaza, destacando cómo las fuerzas israelíes atacan equipos de reconstrucción y mantienen un asedio que viola el derecho internacional humanitario. Defense for Children International Palestine reporta 2025 como «año devastador» para la infancia palestina: tortura sistemática, golpizas y detenciones de miles de niños, con patrones de violencia que rayan en lo extremo durante arrestos e interrogatorios. La ONU confirma que alegaciones israelíes contra UNRWA son «infundadas», exigiendo evacuaciones médicas para 18.500 pacientes, incluidos 4.096 niños, varados por restricciones israelíes.

Crisis humanitaria letal en invierno

La tormenta Byron agravó el infierno: 13 muertos en una semana por hipotermia y derrumbes, con 11 edificios colapsados y 2.180 familias palestinas aniquiladas por dos años de bombardeos, según la Oficina de Medios de Gaza. OCHA detalla 4.721 desplazados afectados por inundaciones, con 691 tiendas dañadas y riesgos de enfermedades respiratorias, hepatitis y diarrea por falta de agua y saneamiento; miles viven en carpas inadecuadas mientras Israel bloquea reactivos de laboratorio y herramientas diagnósticas por «clasificación de uso dual». El Comité Internacional de la Cruz Roja y Egipto intentan recuperar restos de rehenes, pero lluvias y «línea amarilla» israelí obstaculizan esfuerzos, mientras palestinos pagan el precio de municiones sin detonar –hasta 10 millones, causando 400 muertes adicionales– dispersadas por Gaza.

Voz palestina: genocidio en cifras y testimonios

Desde octubre 2023, el Ministerio de Salud reporta 70.925 muertos palestinos que se pudieron contar –casi 71.000 según Prensa Latina y ni hablar de los desaparecidos–, con 171.185 heridos; mujeres y niños representan el 60% de fatalidades recientes, per OHCHR. Amnistía describe «patrones de violencia contra civiles» que trascienden objetivos militares, constituyendo intención genocida: asesinatos masivos, daño corporal grave y condiciones destructivas deliberadas. Pocas veces en la historia reciente se pudo observar tal nivel de crueldad y deshumanización. Testimonios de niños palestinos ante HRW revelan palizas rutinarias, pisoteos y acoso verbal en detenciones, mientras el Comité de la ONU para los Derechos del Niño condena la «tortura generalizada». En Gaza, 20.000 menores han muerto, y 67 periodistas –mitad en Gaza– silenciados en 2025, per CPJ.

Esta crónica sobre Gaza no es mera estadística: es el grito de un pueblo asediado, donde el alto el fuego es ilusión y el invierno, arma letal. Informes de Amnistía, HRW y OCHA exigen acción inmediata –alto al bloqueo, justicia en la CPI, fin al apartheid israelí– para detener lo que los palestinos llaman genocidio continuo. El mundo debe escuchar antes de que Gaza se congele en el olvido.