Todos los voluntarios del Madleen salen de prisión y regresan a casa tras su detención ilegal por parte de Israel. ¡Les pedimos que sigan movilizándose!

La Coalición de la Flotilla de la Libertad confirma que todos los defensores de los derechos humanos y periodistas internacionales que se encontraban a bordo del barco de ayuda civil Madleen están ahora de camino a casa. Los doce fueron secuestrados y detenidos por la fuerza por las fuerzas israelíes mientras intentaban romper el asedio ilegal e inhumano de Israel a Gaza y entregar ayuda humanitaria a su población sitiada.

Los últimos tres voluntarios de la Flotilla de la Libertad detenidos, Marco van Rennes, Pascal Maurieras y Yanis Mhamdi, fueron liberados de la detención israelí esta mañana y han iniciado el regreso a sus países de origen a través de la frontera jordana. Sus respectivas embajadas facilitarán su regreso desde Jordania. Agradecemos a Adalah, el Centro Legal para los Derechos de las Minorías Árabes en Israel, su firme y profesional representación de estos detenidos, y hacemos un llamamiento a nuestros simpatizantes de todo el mundo para que se unan a nosotros en la donación de fondos para apoyar su importante labor.

Esta misión se llevó a cabo mientras los palestinos de Gaza se enfrentan a la campaña de limpieza étnica y genocidio más devastadora de la historia reciente. El bloqueo israelí de Gaza, que dura casi dos décadas, ha sido repetidamente declarado violatorio del derecho internacional, incluso en el Informe de la Misión de Investigación de las Naciones Unidas de 2009 y en numerosos análisis jurídicos posteriores. En 2024, la Corte Internacional de Justicia consideró plausible que Israel estuviera cometiendo genocidio en Gaza y dictó medidas provisionales vinculantes para impedir tales actos. A pesar de ello, el letal bloqueo israelí continúa con el pleno respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea y otros gobiernos cómplices.

La misión Madleen forma parte de un esfuerzo de la sociedad civil que lleva 17 años enfrentándose, desafiando y rompiendo el bloqueo ilegal de Israel sobre Gaza. Basándonos en los precedentes, sabíamos que los riesgos —incluidos los ataques, las lesiones e incluso la muerte— eran elevados. Pero creemos que el coste de la inacción es mayor. Nuestro objetivo es romper el asedio, no de forma simbólica, sino material y políticamente, lo que requiere movilizar no solo a la sociedad civil, sino también a los gobiernos. En ese sentido, esta misión ha logrado reavivar la conciencia, la esperanza y la imaginación mundiales mediante el poder de la solidaridad entre los pueblos y la acción directa. No vamos a detenernos, e invitamos al mundo a unirse a nosotros.

Nuestra misión buscó romper la fatiga mediática y recordarle al mundo que Gaza sigue bajo un bloqueo ilegal. El silencio internacional no es neutralidad, es complicidad. Los palestinos tienen derecho a vivir con dignidad, libertad y justicia, y a recibir ayuda, todo lo que necesitan, sin el control de la potencia ocupante ilegal.

Agradecemos la solidaridad de la gente con nuestra misión, con nuestros voluntarios y, sobre todo, con el pueblo palestino de Gaza, hambriento y asediado. Les pedimos que sigan movilizándose, estén atentos a los anuncios de nuestra próxima acción contra el bloqueo y dejen volar su solidaridad.

Seguiremos navegando hasta que se rompa el bloqueo, termine el genocidio y Palestina sea libre, desde el río hasta el mar.

Flotilla de la libertad