Hace un año, vallas publicitarias y carteles por todo el país anunciaban lo que iba a ser un evento histórico: el World Pride 2025, que conmemoraba el 50.º aniversario del Orgullo en Washington D. C. Las expectativas eran enormes. Muchos imaginaban que sería la celebración de la década, especialmente con el «Discriminador en Jefe» ocupando una vez más la Casa Blanca. El momento era propicio. Las estrellas se alinearon para que este Orgullo no solo fuera histórico, sino también una llamada a la acción, reconectándonos con los orígenes radicales de la primera celebración del Orgullo en la ciudad de Nueva York.

La primera, el 28 de junio de 1970, conmemoraba el primer aniversario de los disturbios de Stonewall. No fue un desfile, sino un acto audaz de rebeldía, una postura inequívoca contra la violencia policial y la represión institucional. Fue una demostración de visibilidad y dignidad frente al abuso sistémico.

Hoy, ante uno de los retrocesos más agresivos de los derechos LGBTQ+ en la historia de Estados Unidos, ese legado se siente dolorosamente ausente.

El segundo mandato de Trump comienza con una oleada de órdenes ejecutivas contra las personas trans

El 20 de enero de 2025, su primer día de regreso al cargo, el presidente Donald Trump firmó la Orden Ejecutiva 14168, titulada «Defender a las mujeres del extremismo de la ideología de género y restaurar la verdad biológica en el Gobierno federal». Esta orden redefinió el género en todas las políticas federales como estrictamente masculino o femenino en función del sexo asignado al nacer. Eliminó las referencias a la identidad de género de los documentos federales, suprimió la financiación de la atención sanitaria que reafirma el género y prohibió a las personas transgénero utilizar instalaciones acordes con su identidad. También pidió una reevaluación de las protecciones de los derechos civiles en virtud del Título VII.

Lo que siguió fue un rápido ataque:

  • 27 de enero: la orden ejecutiva 14183 prohibió a las personas transgénero el servicio militar.
  • 28 de enero: la orden ejecutiva 14187 prohibió el apoyo federal a la atención sanitaria que reafirma el género para menores.
  • 29 de enero: la orden ejecutiva 14190 prohibió a las escuelas enseñar «ideología de género» y autorizó investigaciones sobre los educadores que reafirman a los estudiantes trans.
  • 5 de febrero: la orden ejecutiva 14201 prohibió a las niñas y mujeres transgénero participar en deportes escolares, vinculando el cumplimiento a la financiación federal.

El alcance y la rapidez de estas medidas sorprendieron a muchos y ahora se consideran uno de los ataques federales más amplios contra los derechos de las personas transgénero en la historia moderna de Estados Unidos.

World Pride: cancelado sin lucha

En abril, los organizadores, bajo la presión del Kennedy Center, que según se informa está influenciado por la administración Trump, cancelaron toda una semana de eventos programados para el World Pride. Hubo poca indignación pública, protestas mínimas y casi ninguna atención de los medios de comunicación. Un momento que podría haber desencadenado una resistencia nacional e internacional pasó sin pena ni gloria.

Ahora ha comenzado el Mes del Orgullo, no con indignación ni con rebeldía, sino con silencio. No hay movilizaciones masivas. No hay declaraciones públicas importantes. No hay «actos radicales de resistencia». Es desalentador. Si hay una comunidad que sabe luchar y hacerse visible, esa es la comunidad queer.

Un momento perdido para la No violencia global

El World Pride 2025 podría haber sido la acción no violenta más significativa de la década: un momento global de solidaridad, dignidad y resistencia. Podría haber mostrado al mundo un movimiento que no teme defender la libertad y los derechos humanos.

La semana pasada, Lady Gaga atrajo a una multitud de 2,1 millones de personas para un concierto gratuito en la playa de Copacabana, en Brasil. Imaginen lo que podría haber sido posible en el National Mall. Artistas como Bruce Springsteen y otros se han pronunciado abiertamente sobre la actual administración. Millones de personas están dispuestas a involucrarse en una causa que trasciende la política partidista y se enfrenta al camino destructivo en el que nos encontramos. Elon Musk fue noticia la semana pasada al dimitir de su cargo de asesor de la administración, supuestamente influenciado por los crecientes boicots no violentos contra Tesla.

Los violentos actúan. Quienes están a favor de la no violencia también deben hacerlo.

Los violentos nunca pierden su oportunidad: Zelensky ataca con drones cuando ve una posibilidad. Putin bombardea edificios cuando ve debilidad. Netanyahu se apodera de tierras y recrudece la violencia cuando tiene la ocasión. Hamás ataca a civiles cuando ve una oportunidad.

Los violentos están centrados, y son decididos y despiadados.

Para que prevalezca la No violencia, también debe ser focalizada, oportuna y audaz. Debe actuar con decisión cuando surge el momento.

El World Pride 2025 fue ese momento. Y lo dejamos escapar.