En el foro económico mundial de Davos 2024, se presentaron más de 260 personas consideradas súper ricas, pidiendo que sus países les cobren más impuestos, abriendo el debate respecto a las desigualdades económicas extremas que «en los países terminan siendo combustible para crear un ambiente polarizado permanente y, con ello, se torpedea la democracia».

Ya lo habían solicitado en años anteriores, pero ahora logró una repercusión mediática mayor y comenzó a resonar en el sentido común.

La organización «Orgullosos de pagar más», que impulsa esta propuesta, destaca que la visión que tienen es de que las desigualdades extremas en los países terminan siendo combustible y alimentando un ambiente social polarizado permanente y que, con ello, se torpedea la democracia.

Sostienen que la extrema concentración de riqueza es un peligro para el presente y el futuro inmediato, el que prefieren prevenir pagando más impuestos y buscando una redistribución.

La mutlimillonaria Marlene Engelhorn, una de las firmantes de la iniciativa, señaló: «Nos sorprende que no logren respondernos una simple pregunta que llevamos haciéndoles desde hace tres años: ¿cuándo gravarán la riqueza extrema?».

Las demandas de los súperricos representan un «regreso a la normalidad». «La riqueza extrema e improductiva» puede convertirse «en una inversión en nuestro futuro democrático», creen.

Valerie Rockefeller, Abigail Disney o la austríaca Marlene Engelhorn, cuya familia fundó la farmacéutica alemana BASF, son algunas de las firmantes de la campaña. Todas ellas heredaron la mayor parte de sus fortunas, sin haber trabajado para ello, y ninguna está de acuerdo con poseerlas.

A nivel internacional, la brecha entre pobres y ricos es cada vez mayor. Según el Informe Mundial de Desigualdad 2022, más de una tercera parte de los bienes privados acumulados desde mediados de la década de los 90 pertenecen al uno por ciento más rico del planeta. En cambio, la mitad de la población mundial, los cuatro mil millones de personas más pobres, solo poseen juntos un dos por ciento de estos bienes acumulados.

Todo esfuerzo hacia la descentralización de la riqueza, hacia la equidad, contribuye a la democracia y la estabilidad social.