El conflicto en Ucrania impulsó el aumento del gasto militar y en 2022 la cifra llegó a 2,24 billones de dólares, según el nuevo informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI). Los países que más gastaron en armas y equipamiento fueron Estados Unidos, China y Rusia.

La inversión militar mundial llegó a su máximo histórico en el año 2022. Con la guerra en Ucrania, varios Estados decidieron aumentar su gasto en defensa o aseguraron que destinarán más recursos para armarse, esto en medio de escenarios geopolíticos cada vez más complejos.

“El continuo aumento del gasto militar mundial en los últimos años es un signo de que vivimos en un mundo cada vez más inseguro. Los Estados están reforzando su fuerza militar en respuesta al deterioro del entorno de seguridad, que no prevén pueda mejorar en un futuro próximo, afirmó NanTian, investigador senior del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI.

Y es que las cifras se elevaron para los dos actores principales del conflicto en el este de Europa. En el informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, se calcula que el gasto militar de Rusia creció un 9,2% el año pasado hasta los 86.4000 millones de dólares, lo que equivale al 4,1% de su Producto Interno Bruto (PIB) de 2022 y lo que supuso para el país un 34% más de lo que se había planeado dentro del presupuesto nacional.

Por otro lado, los datos de Ucrania se dispararon a registros nunca antes vistos. En 2022, su gasto militar alcanzó los 44.000 millones de dólares, lo que representa un incremento de 640% más que en 2021 y lo que se traduce como el mayor incremento del gasto militar de un país en un solo año jamás registrado por los datos del SIPRI.

Estados Unidos, además de ser la principal economía del mundo, también es el país con mayor gasto militar, con cifras que parecen difíciles de alcanzar incluso para aquellos que están en el segundo y tercer lugar.

En 2022, EE. UU. alcanzó los 877.000 millones de dólares en gasto militar, casi el 40% del gasto mundial y por lo menos tres veces más que la cantidad destinada por China,que acumuló 292.000 millones y que ocupó el segundo lugar.

En 2022, la ayuda financiera estadounidense a Ucrania ascendió a 19.900 millones de dólares, es decir, la mayor cantidad en ayuda de este tipo entregada a un solo país en cualquier año desde la Guerra Fría.

Pero aunque la inversión estadounidense fue titánica, en realidad solo representa el 2,3% del gasto total del país, lo que quiere decir que Washington invirtió internamente en muchos otros escenarios militares para su propio beneficio y seguridad.

“Estados Unidos destinó 295.000 millones de dólares a operaciones militares y mantenimiento, 264.000 millones de dólares a adquisiciones e investigación y desarrollo, y 167.000 millones de dólares a personal militar”, se lee en el informe.

Detrás de Estados Unidos y China están Rusia, India y Arabia Saudita, este último reportó un incremento del 16% y 2022 se consagró como el primer aumento en gasto militar desde 2018.

Aunque EE. UU. se lleva el primer puesto en este ranking, son los países de Europa Central y Occidental los que más sumaron para que el mundo superara los 2,4 billones de dólares en gasto militar en 2022.

Los países en los que más aumentó la inversión militar en esta región fueron Finlandia (+36%), Lituania (+27%), Suecia (+12%) y Polonia (+11%), mientras Reino Unido, Alemania y Francia son los únicos países europeos que ocuparon el top 10 de los que más gastaron en todo el mundo.

“El gasto militar de los Estados de Europa Central y Occidental ascendió a 345.000 millones de dólares en 2022. En términos reales, el gasto de estos países superó por primera vez el de 1989, cuando finalizaba la Guerra Fría, y fue un 30% superior al de 2013”, destaca el SIPRI.

Entre otros aspectos, el informe subraya el tercer año consecutivo que cae el gasto militar en Turquía que en 2022 redujo el rubro hasta un 26% que en 2021, así como el incremento del 88% en Etiopía, justo cuando se renovó una ofensiva del Gobierno contra el Frente de Liberación del Pueblo Tigray en el norte del país.